El mejor doblista uruguayo del momento habló en exclusiva con Ubitennis.es sobre su presente en el circuito ATP e hizo un balance de la gira sudamericana. Por Damián Tiscornia.

Ariel Behar es un ejemplo de lo que es la perseverancia y el sacrificio en el tenis. Profesional desde el 2006, hasta el 2014 probó suerte en el singles y desde el 2015 su carrera deportiva está concentrada enteramente en el dobles, modalidad en la que este año ganó su primer título ATP en Delray Beach a principios de año.

“Arrancamos muy bien el año”, se sincera en un mano a mano exclusivo con Ubitennis.es. Al título conseguido en suelo norteamericano se suma el haber alcanzado las semifinales en el ATP 250 de Melbourne 2. En Melbourne Park también jugó el Australian Open, perdiendo en primera ronda la pareja conformada por el polaco Lukasz Kubot y el neerlandés Wesley Koolhof, los cuartos preclasificados del torneo.

Las derrotas Behar en cierta forma las desdramatiza y aprende a convivir con ellas. “Se pierde todas las semanas. No es un drama cuando se pierde ni tampoco es una emoción eufórica cuando se gana. Hay que saber analizar cómo mejorar para el próximo torneo, el próximo partido sea mejor”, afirma el nacido en Montevideo el 12 de noviembre de 1989. “Hay que usarlo todo para aprender”, recalca.

Esta semana Ariel está finalizando su participación en la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo: llegó a los octavos de final en el Córdoba Open, fue finalista en el Argentina Open y perdió en primera ronda en el Chile Open. “No fueron buenos torneos para nosotros, para lo que teníamos pensado hacer en los tres torneos”, reconoce al respecto. “No me puedo quejar de haber hecho una final, pero sí me hubiera gustado quizás tener otro rendimiento”, agrega.

Ahora lo esperan tres semanas para descansar y continuar entrenando para encarar lo que será la gira previa a Roland Garros. Jugará el Andalucía Open en Marbella, el Serbia Open en Belgrado y los ATP 250 de Múnich y Estoril, siempre y cuando puedan ingresar al cuadro principal, claro está. “Vamos a jugar prácticamente todas las semanas hasta Roland Garros, la mayor cantidad de torneos que podamos jugar”, dice.

“Más allá de los resultados, sean buenos o sean malos, a mi lo que me gusta es jugar mejor e ir evolucionando semana a semana. Por eso no estoy tan conforme, no por el resultado, sino por ahí cómo fue nuestro rendimiento dentro de la cancha. Pero nada, todo es trabajable. Lo bueno es que se puede mejorar, así y todo hayamos tenido buenos resultados y hay que encarar lo que sigue”, añade.

Ariel, además, planea hacerse un hueco en el calendario para defender a Uruguay en la Copa Davis, cuando en séptiembre deba recibir a Netherland buscando un pasaje al repechaje del Grupo Mundial. “No sé exactamente qué fecha cae en el calendario, pero sí está dentro de los planes. Hablé con el capitán y la idea es jugar”, asegura.

En marzo del ya lejano 2020 Uruguay no pudo avanzar al Grupo Mundial de la Copa Davis al caer 3 a 1 ante Austria en una serie que se llevó adelante en Graz. En caso de que el equipo capitaneado por Enrique Pérez Cassarino derrote a Netherland, en marzo del 2022 volverá a jugar el repechaje del Grupo Mundial.

En esta gira por Sudamérica Behar no pudo coincidir con Pablo Cuevas, luego de que el salteño se bajara de Córdoba y Buenos Aires por lesión. Sí estuvo con él en Australia y seguramente vuelva a compartir un torneo en la segunda parte del año, cuando se lleven adelante los ATP 250 de polvo de ladrillo que se disputan en Europa (Bastad, Umag y Kitzbühel, entre otros).

En los planes de Ariel y el ecuatoriano Gonzalo Escobar está disputar la mayor cantidad de torneos ATP que el ránking se los permita; cuando no lo puedan hacer en los ATP 500 y Master 1000 bajarán al circuito Challenger para competir y continuar sumando partidos. “Toda competencia sirve y, cómo te digo, es para mejorar en el juego. Para ganarle a los de más arriba tenemos que jugar y tener más regularidad”, asegura.

El diestro jugador no duda en afirmar que este es el mejor momento de su carrera deportiva. “Es el mejor ránking. Como te digo, hay que estar contento y agradecer. No me olvido nunca todo lo que pasé, todo lo que pasamos como equipo estos últimos años. Hay que valorar mucho el esfuerzo, los resultados, pero también tenemos que ir mejorando”, sostiene quien además tiene un revés a dos manos.

Ubicado en el puesto 56 del escalafón mundial, lo ideal para él sería poder terminar el año en el top 35 del ránking para poder disputar en el 2022 los ATP 500 y Master 1000; Gonzalo Escobar también debería culminar el año en un ránking similar. De todas formas, prefiere ser cauto. “Pero no tengo eso en mente todavía, sino lo que te digo, trabajar día a día para ser mejor individualmente y como equipo para tener más regularidad en estos torneos”.

Hace bien Ariel en ir despacio en los objetivos a perseguir en cuanto a ránking. Sabe lo difícil que es para un uruguayo en cualquier modalidad meterse entre los mejores cincuenta del ránking mundial y todo lo que le costó llegar hasta donde está hoy en día. Jugando bien los resultados llegan solos y el ránking también. Al fin de cuentas, como nos enseñó a todos los orientales el Maestro Óscar Washington Tabárez allá por el 2010, el camino es la recompensa…

Agradecimientos: Joshua Reyes y Lucía Stevens.