Análisis
Ser tenista profesional en Uruguay, todo un gran desafío
En Uruguay no todos los jugadores que tienen las mismas posibilidades de triunfar en el tenis y hacer una carrera como la de Pablo Cuevas. Por Damián Tiscornia.
Con aciertos y con errores Pablo Cuevas hace unos cuantos años que se mantiene entre los mejores cien tenistas del ránking, jugando los torneos más importantes del circuito ATP y siendo animador en muchos de ellos. En base a su talento y trabajo diario el salteño supo ganarse un lugar entre los mejores del mundo, recibiendo el reconocimiento por ello.
Sin embargo, la realidad en Uruguay es totalmente distinta a la que atraviesa el pupilo de Facundo Savio y vivieron en su momento Marcelo Filippini y Diego Pérez años atrás. La realidad es que en nuestro país es muy difícil que un deportista pueda dedicarse enteramente a ser un tenista profesional, lo que no quiere decir que a Cuevas le haya sido fácil llegar hasta donde lo hizo.
A lo largo de los años conocí innumerables ejemplos de jugadores que pese al talento que poseían no tuvieron la posibilidad de mantenerse en el profesionalismo por los elevados costos que conlleva andar viajando por el mundo, independientemente del circuito en el que busque los resultados para continuar creciendo en el ránking.
Lo que se presenta a continuación es la historia de tenistas que tuve la posibilidad de entrevistar para diferentes medios en los que escribí. El aspecto en común que tienen todas estas historias es que por diferentes motivos no terminaron consolidándose en el ránking y abandonaron la práctica activa del tenis a temprana edad.
Quizás quien tuvo una carrera lo más cercana al profesionalismo es Rodrigo Arus, quien en los últimos años desarrolló su carrera deportiva jugando los torneos interclubes en Alemania, no siendo el único tenista uruguayo que lleva ese nivel de vida en alguna parte del mundo. De todas formas, está muy lejos de lo que hace Cuevas en el circuito ATP o su hermano Martín en los Challenger y Futures que juega.
María Eugenia Roca y el problema de las “esperanzas excesivas”
A María Eugenia Roca la conocí en 2003, en un campeonato sudamericano sub 14 que se llevó adelante en el Carrasco Lawn Tennis. En dicho sudamericano, del que recuerdo que el periodista Mariano López era el jefe de prensa, Uruguay salió segundo y clasificó al mundial junior que se llevó adelante en República Checa. “Éramos chicas, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar en el sudamericano”, recordó luego en una entrevista que le realicé en mayo del 2010.
En esa entrevista quien en ese entonces ya estudiaba para ser economista en la Universidad de Montevideo habló de la diferencia que existe entre la etapa junior y el profesionalismo. “Creo que los torneo Juniors son un mundo completamente diferente a los profesionales. La presión es diferente, las comodidades son diferentes, la compañía ya no es la misma”, afirmó al respecto. “Mis mejores recuerdos son los torneos Junior”, recalcó más adelante.
Los recuerdos de la etapa que jugó como Junior también son positivos porque cuando empezó a disputar Futures como profesional coincidió con las primeras lesiones importantes que tuvo. Primero en el hombro y luego en la espalda. “Ya no iba con tantas ganas a los torneos porque no iba tan preparada y entrenada como me habría gustado. Pasaba la mayor parte del tiempo recuperándome más que entrenando. Fue poco el tiempo que pude realmente disfrutar de la etapa de los Futures”, reconoció.
Para Roca, de todas formas, para realizar las diferentes giras fue fundamental el apoyo que recibió de la institución educativa a la cual concurría en su etapa liceal, el Pre Universitario. “Por suerte me apoyaron muchísimo en el liceo. Fueron tolerantes, con las faltas sobretodo. Cuando volvía de alguna gira o de un torneo, me tomaban parciales de lo que habían dado hasta el momento y me ponía al día”, dijo.
Más allá del apoyo específico que recibió ella, en ese momento declaró que no en todos los deportistas reciben el mismo trato de su centro educativo. “Hay otros liceos que no apoyan tanto a los deportistas, y eso es algo bastante típico de Uruguay porque no estamos tan acostumbrados al deporte como (sí lo están) en países como Estados Unidos, que incorporan el deporte como una prioridad”, sostuvo.
En los primeros meses del 2008 decidió retirarse de la práctica activa del tenis. “Después de la pretemporada fui a jugar el primer (torneo) Future del año y en segunda ronda tuve que retirarme. Fue tal la frustración de lesionarme otra vez apenas empezaba el año que decidí no tocar la raqueta por un buen tiempo, que terminó siendo definitivo”, afirmó quien en su momento fue entrenada por Gabriel Macagno. “Venía hace tiempo bastante lesionada, lo que me llevaba a estar bastante mal psicológicamente y sin ganas. De todas maneras no quería aceptar la decisión definitiva”, agregó.
Roca, que jugó aquel sudamericano junto a Agustina Ferrari y Martina Pérez, en la entrevista también habló de la presión que muchas veces las esperanzas excesivas que se pueden llegar a tener sobre un tenista joven. “Por supuesto que las esperanzas excesivas pueden llegar a convertirse en una presión, pero creo que las esperanzas sanas son necesarias para el jugador”, dijo. “Creo que sin esperanzas es muy difícil llegar”, agregó.
Margot Mercier, otra uruguaya que quedó por el camino
En mayo del 2016, fecha en la que le realicé la entrevista, Margot Mercier era la única tenista profesional uruguaya en el circuito de la WTA. Hacía dos años que lo era, además de formar parte del equipo uruguayo de la Fed Cup.
Sin embargo, ya en esa época relataba los problemas que tenía para llevar adelante una vida lo más profesional posible. “En los últimos meses no he entrenado como debería por problemas financieros”, declaró en un pasaje de la entrevista. “La principal dificultad hoy en día es el dinero”, resaltó más adelante.
Margot, con quien desde el momento que la entrevisté generé un buen vínculo y nos seguimos en diferentes redes sociales, además reconoció: “Cuando era júnior nunca me imaginé que sería tan duro”. “Cuando jugas júnior no gastas ni una cuarta parte de lo que cuestan los torneos profesionales”, enfatizó.
El hecho de contar con escasos recursos económicos también le imposibilitaba entrenarse como lo debería hacer una jugadora que juega al tenis profesionalmente. Según su óptica lo ideal era entrenar seis horas diarias: tres en la mañana y tres en la tarde. Las dos primeras en la parte técnica y la última realizando trabajos físicos. “En Uruguay la mayoría no tiene un personalizado grupo de trabajo; entrenar sólo es muy caro”, dijo.
Los pocos puntos que le habían posibilitado meterse en el ránking de la WTA los había ganado en Túnez, país en el que durante todo el año se disputan torneos Futures en diferentes ciudades. Incluso fue ella quien en 2015 le pasó la información a Marcel Felder y Nicolás Xivilier para que un año después fueran a competir allí. “En este momento estoy sin ránking por no poder salir a jugar torneos; otra vez por temas económicos”, se resignó al respecto la nacida en Montevideo el 27 de septiembre de 1996.
El tenis ha estado presente en la vida de Margot desde muy pequeña, dado que sus padres son entrenadores. Ese aspecto, según su criterio, tiene sus pros y sus contras. “Por una parte es positivo para saber qué jugar, cuándo, dónde hospedarse y consejos para los partidos. Pero por otra parte es muy difícil para los padres tenistas o profes encontrar un balance entre padres y coach, porque al saber tanto y querer que tu hijo mejore se meten en el papel del coach todo el tiempo”, afirmó al respecto.
Margot decidió ponerle punto final a su carrera como profesional y retirarse en 2018. Instalada en Argentina desde hace cuantos años, hoy en día estudia psicología en la Universidad de Belgrano (le queda un año para recibirse) e instrumentación quirúrgica en la Universidad de Buenos Aires. De todas formas, continúa haciendo deporte, jugando al tenis de una manera mucho más social con amigas, y fútbol en sus ratos libres.
Otros casos de tenistas
Claro está que María Eugenia Roca y Margot Mercier no son las únicas tenistas mujeres que probaron suerte en el circuito y defendieron a Uruguay en algún torneo continental. Contar la historia de todas ellas sería muy tedioso para el lector, pero en este apartado se relatará brevemente algunos otros ejemplos.
Fernanda Secinaro empezó a defender a Uruguay en la Fed Cup con apenas quince años. En aquella serie, que contaba con el capitanato de Virginia Sadi y Margot Mercier como parte del equipo, nuestro país fue quinto en el torneo llevado adelante en Puerto Rico, no pudiendo nuestro país conseguir el ascenso a la Zona Americana I.
Secinaro, que era jugadora del Círculo de Tenis de Montevideo, defendió a nuestro país hasta la Fed Cup que se llevó adelante en abril del 2018 en Metepec, México. En aquel año también jugó los Juegos Odesur de Cochabamba. Hoy en día, alejada ya del tenis, es estudiante de ingeniería de sistemas en la Universidad ORT y trabaja como Junior Developer en VFG Consulting, una empresa dedicada a proveer soluciones en tecnología de la información.
Isabella Tiscornia fue la otra tenista mujer que formó parte de la delegación que defendió a Uruguay en Cochabamba. Nacida el 18 de abril del 2000 en Montevideo, hoy en día es la única tenista profesional que tiene nuestro país en el circuito de la WTA.
A los doce años comenzó a jugar y a los quince, dieciséis a competir en cadetes, jugando solamente en los circuitos. En 2018, tras participar en la Fed Cup que se jugó en México y en los Juegos Odesur, fue a entrenar a España durante un año y medio. Estando en Europa también jugó algunos torneos en Manacor y Grecia, además de ir a probar suerte en los Futures de Túnez. “Son muy competitivos, el nivel es bueno”, dijo sobre los torneos que se llevan adelante en suelo africano.
Su idea era irse a radicar en Argentina para entrenar y seguir potenciando su juego. Sin embargo, la pandemia del Covid 19 que tiene en vilo al mundo entero le trastocó los planes, por lo que instalada nuevamente en nuestro país ahora planea viajar en agosto a Estados Unidos para poder entrenar allí. “Mi idea es seguir compitiendo y jugando porque disfruto pila de jugar”, declaró para este informe.
Rodrigo Arus y su carrera en los interclubes de Alemania
Rodrigo Arus fue otro de los tenistas juveniles que tuve la posibilidad de entrevistar a lo largo de estos años. Con 16 años, allá por el 2010 era una de las jóvenes promesas que tenía el tenis de nuestro país para el mediano y largo plazo, teniendo en claro los objetivos que perseguía en este hermoso deporte.
En aquel momento se había ido a vivir a la Argentina para poder perfeccionar su juego. “Hay muchas más posibilidades en Argentina que acá para mi punto de vista. Pero hay que ver. Yo espero jugar algún torneo, que me vaya bien y que justo haya alguien que me esté viendo y que le guste, que me pueda auspiciar. Todo sirve”, reconoció. “No hay muchos recursos acá si queres ser profesional, pero hay que batallarla, hay que esforzarse demasiado”, dijo en otro pasaje de la entrevista.
En la vecina orilla se fue a entrenar a la academia Tenis Point, la misma en la que lo hizo en su momento Pablo Cuevas, aunque nunca coincidieron según el propio jugador decía. “A Pablo lo conozco de vista. No tengo mucha relación con él pero me gustaría algún día hablar”, dijo sobre el jugador con el que tiempo después compartió el equipo uruguayo de Copa Davis en varias series a lo largo de los años.
Lo cierto es que como profesional Arus no llegó a tener una carrera destacada en el circuito ATP. Según su perfil en el sitio oficial de la ATP llegó a estar rankeado en noviembre del 2014, ocupando el puesto 1190 del escalafón mundial. Luego, a lo largo de los años recibió diferentes invitaciones de la organización del Uruguay Open para disputar el torneo en alguna de las modalidades, pero sin conseguir grandes resultados.
Si bien es un jugador profesional en el sentido que vive del tenis, la mayor parte de su carrera deportiva la desarrolló jugando torneos interclubes en Alemania, en un club que se encuentra en Mühlacker, una pequeña ciudad cercana a Stuttgart, aprovechando su estadía en Europa para jugar algunos Futures cuando le surgía la oportunidad de hacerlo. Al momento de escribir este informe todavía jugaba esta clase de torneos.
Arus, que hoy en día es profesor de tenis, no es el único uruguayo que lleva este nivel de vida en Europa, pero su historia sirve para ejemplificar la realidad de muchos tenistas uruguayos que no llegaron a destacarse en el circuito. Algunos son más conocidos que otros, pero nombrarlos a todos ellos podría ser injusto, con la posibilidad inclusive de olvidar mencionar a unos cuantos.
La situación de Pablo Cuevas
Desde hace seis, siete años Pablo Cuevas se encuentra metido entre los mejores cien del ránking mundial, siendo animador en algunos de los torneos que disputa durante toda la temporada. Sin embargo, su realidad deportiva no es la misma a la de la mayoría de sus compatriotas y a la de muchos tenistas profesionales, claro está.
María Eugenia Roca contó dónde estuvo la clave para que Cuevas desarrolle la carrera deportiva que está teniendo en el circuito. “Consiguió apoyo y se fue a Buenos Aires, donde está la infraestructura, la competencia, los jugadores, los entrenamientos, y todo para desarrollar un potencial como el de Pablo”, dijo al respecto. “Evitó desde chico las dificultades que nombraba anteriormente”, destacó.
Lo que afirmó la extenista es correcto, dado que Cuevas consiguió en su momento un empresario (Eduardo Nigolian) que apostó por su carrera deportiva e invirtió dinero en él. Hasta que se retire el salteño deberá pagarle al argentino un porcentaje del dinero que gane en los torneos que dispute en el circuito.
Encontrar un inversor, como se vio antes, era la gran apuesta de Arus cuando en su momento se fue a entrenar a Buenos Aires. Al fin y al cabo, esa es la manera que tienen de financiar su carrera deportiva los tenistas que poseen cualidades técnicas y no cuentan con abundantes recursos económicos.
***
Las historias que se presentaron anteriormente son tan sólo algunas de las tantas que se podrían relatar para dar una idea de lo difícil que es ser tenista profesional en Uruguay. Sin dudas, lanzarse a la aventura de serlo es todo un desafío…
Análisis
El tenis español pendiente de recuperar efectivos en 2024
A pocos días del comienzo de una nueva temporada tenística, 2024 año olímpico se vivirá con expectación por parte de los aficionados españoles, de cara a recuperar a parte de sus estandartes, tanto en la competición masculina como femenina. Por Juan Luis Lázaro.
El año 2023 ha sido un año marcado sin duda por las lesiones y las ausencias significativas en el tenis español.
Uno de sus mayores exponentes, Rafa Nadal, se ha pasado prácticamente la temporada en blanco tras su lesión en la segunda ronda del Open de Australia ante el estadounidense Mackenzie McDonald. La lesión en el psoas iliaco le ha impedido estar en ninguno de los torneos de la temporada y ha estado preparándose en su Manacor natal, para su vuelta que se producirá si no hay cambios de última hora en el torneo de Brisbane a comienzos de Enero.
El balear ha pedido paciencia en su regreso, ya que el tiempo que lleva alejado de las pistas, le hace ser prudente ante un año ciertamente exigente en el que no solamente deberá afrontar el desafío de recortar distancias en la consecución de Grand Slams frente a Novak Djokovic, sino que pondrá el colofón a su participación en los JJOO, buscando sumar su tercera medalla tras el oro individual del año 2008 y el de dobles logrado en Rio en 2016.
Dentro de la competición masculina se espera también la vuelta al máximo nivel de Pablo Carreño. Tras una larga temporada en la que se ha visto lastrado por la lesión en su codo, alejado de las pistas durante más de 8 meses, reapareció en los torneos de Alicante y Málaga, pero sin encontrar las mejores sensaciones en su vuelta a las pistas. Pablo lleva arrastrando la lesión desde Noviembre de 2022 en las finales de la Copa Davis en Málaga, y no es demasiado optimista en cuanto a su regreso ya que según reconocía recientemente, este tipo de lesiones no tiene tiempo de recuperación e incluso puede ser que no vuelva a estar bien del todo mara jugar al tenis al máximo nivel.
Se espera también la recuperación de otro de los referentes del tenis masculino, Roberto Bautista, que ha tenido una temporada irregular debido a una lesión que se produjo mientras montaba a caballo y que le ha tenido alejado de las pistas durante más de tres meses. El castellonense se encuentra en plena pretemporada, con la intención de completar una vez más un buen arranque de temporada y con la ilusión de volver a disputar nuevamente unos JJOO.
Luces y sombras en el tenis femenino
En el circuito femenino se espera también la vuelta de nuestras mejores espadas. Frente al panorama oscuro que se plantea en la vuelta a las pistas de Garbiñe Muguruza, quien parece estar muy a gusto con su vida familiar, después de su ausencia de las pìstas desde el pasado mes de Enero, parece que Paula Badosa se encuentra en el lado opuesto y pretende volver por sus fueros en esta temporada que está a punto de arrancar.
Tras no participar finalmente en las Finales de la Billie Jean King Cup en Sevilla, a pesar de formar parte del equipo español, la de Begur se encuentra en plena pretemporada, y parece que en condiciones de reaparecer en la temporada austral al máximo nivel. A parte de intentar completar una gran temporada que le devuelva a la élite mundial, la de Begur tiene marcado en su calendario su presencia en los JJOO, donde guarda un sabor agridulce tras su última participación en Tokio 2021 donde tuvo que abandonar en los QF tras un golpe de calor.
Paula ha descendido hasta el puesto nº 63 de la clasificación mundial y si esta recuperada a nivel físico, tendrá que poner toda la carne en el asador, para volver a engrosar la elite del tenis femenino mundial.
Análisis
Los órganos rectores del tenis lanzan un servicio para combatir el abuso en internet
La ITF, la WTA, la AELTC y la USTA han lanzado conjuntamente un servicio de seguimiento proactivo que tiene como objetivo proteger a los atletas del abuso y las amenazas en internet. Por Juan Luis Lázaro.
Los tenistas están sujetos a significativos niveles de abuso en las redes sociales y otros contactos inapropiados por internet, lo que plantea riesgos para su preparación, rendimiento y salud mental.
En respuesta a esta situación, la ITF, la WTA, la AELTC y la USTA han preparado un servicio de seguimiento proactivo, que comenzará el 1 de enero de 2024. Threat Matrix, un servicio especializado desarrollado por la empresa de inteligencia artificial Signify Group y respaldado por el equipo de investigaciones de Quest y Theseus Risk Management (especialistas en amenazas), monitoreará las redes sociales públicas de los jugadores en busca de contenido abusivo y amenazante en X (anteriormente Twitter), Instagram, YouTube, Facebook y TikTok.
Como parte de un servicio único, también se brindará soporte a los jugadores que reciban abusos o amenazas a través de mensajes privados directos. El servicio estará disponible a partir del 1 de enero de 2024 y cubrirá todos los torneos asociados autorizados por las organizaciones involucradas y cualquier jugador que compita regularmente en un evento del ITF World Tennis Tour o del WTA Tour, así como Wimbledon y el US Open. Este desarrollo refleja el compromiso de los organismos internacionales de tenis involucrados para proteger y apoyar a los atletas de traumas mentales y la posible amenaza en el mundo real del acoso, el abuso y las amenazas en internet.
Utilizando una combinación de inteligencia artificial y datos de código abierto, el servicio Threat Matrix, que opera en 35 idiomas, permitirá:
- Supervisar automáticamente todas las publicaciones en las redes sociales de los jugadores (y durante los eventos) en busca de acoso, abuso y amenaza.
- Proporcionar una evaluación rápida de las amenazas a la seguridad personal.
- Alertar a las plataformas sociales sobre abusos y amenazas fijas, para facilitar la eliminación del contenido ofensivo.
- Apoyar a las fuerzas del orden en la investigación de los casos más graves.
- Incluir programas de apoyo educativo para ayudar a los jugadores a mitigar el abuso y las amenazas.
Threat Matrix recibió el encargo de realizar un estudio en el que supervisaron más de 1,6 millones de publicaciones públicas en X y 19.000 comentarios de Instagram enviados a una muestra de 454 jugadores que compitieron en una variedad de torneos de tenis profesionales en 2022.
Uno de cada cuatro jugadores cuyas cuentas fueron monitoreadas fue sujeto a abuso. De estos, se identificaron 546 Tweets ofensivos de 438 cuentas, y se compartieron detalles y pruebas con plataformas y autoridades para que tomaran medidas.
El servicio Threat Matrix apoyará la identificación de los abusadores, contra quienes se tomarán todas las medidas disponibles. El tenis se compromete a apoyar a sus atletas contra el abuso en internet, con lo que esta iniciativa innovadora supondrá una contribución significativa.
El presidente de la ITF David Haggerty declaraba lo siguiente a este respecto:
“El abuso en las redes sociales es un problema grave para los atletas, y esta iniciativa supone un paso decisivo y de liderazgo en nuestra industria para abordarlo. El tenis debe ser un deporte en el que los jugadores puedan competir lo mejor que puedan, libres de cualquier forma de acoso”.
Deborah Jevans, presidenta del All England Club, ha comentado:
“Estamos comprometidos a hacer nuestra parte para proteger a los jugadores del abuso y las amenazas en internet. La implementación de un servicio de seguimiento proactivo es una forma importante de apoyar la salud mental y el bienestar general de los jugadores, que es una prioridad para los organismos internacionales de tenis”.
Por su parte Steve Simon, presidente y director ejecutivo de la WTA, dijo: “Como defensores del bienestar de nuestras atletas, nos complace trabajar con Threat Matrix para implementar un servicio de monitoreo proactivo dedicado a apoyar y proteger a las atletas de la WTA del abuso de las redes sociales. Nuestro compromiso enfatiza nuestra dedicación a crear un espacio positivo y de apoyo para que los atletas prosperen tanto dentro como fuera de la cancha”.
Análisis
Sebastián Báez y su equipo de trabajo en la intimidad: “La conexión con las personas que me acompañan me hace fuerte”
El argentino Sebastián Báez, actual 43 del ranking mundial, dialogó con Página 12 y se mostró muy íntimo junto a su entrenado Sebastián Gutiérrez, un pilar de su carrera.
Luego de una gira muy larga que lo tuvo recorriendo varios países de Europa jugando sobre polvo de ladrillo, Sebastián Báez retornó a Argentina para cargar la batería y afrontar la segunda parte del año de la mejor manera.
“Fue una gira muy larga, me siento bien. Estos días limpiamos los golpes en polvo para ya trabajar en cancha rápida”, fueron las primeras palabras del argentino al medio “Página 12”, en una entrevista íntima con el jugador y su entrenador.
Báez supo ser hace poco el líder de los argentinos en el ranking mundial pisando el puesto 30 del escalafón y sabe que lo más importante es tratar de permanecer por mucho tiempo entre los mejores del mundo, “Lo más difícil es mantenerse en el mejor nivel. Aprendí mucho estos dos años en los que jugué ATP. Tengo nuevas oportunidades para crecer, cada rival juega mejor”.
El joven de 22 años siempre destaca a su equipo de trabajo, quienes son para el su pilar para estar dentro de una cancha de tenis, “La conexión con las personas que me acompañan me hace fuerte: mi entrenador y el equipo. Me apoyo mucho en mi gente, ellos me hacen sentir bien para dar lo mejor en la cancha”.
“Soy chico, tengo mucho para aprender. El dominio de las emociones es muy importante. Más allá de las cosas que me pasan juego contra rivales que por lo general suelen ser mayores que yo, se conocen más. Ese es un gran desafío: conocerme siempre un poco más para saber qué cosas me hacen bien”, expresa el jugador crecido en el club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, donde siempre se entrena cuando vuelve al país.
El entrenador del campeón de dos torneos ATP (Estoril 2022 y Córdoba 2023), Sebastián Gutiérrez, fue quien le mostró el camino cuando tenía solamente 14 años y es algo que valora todos los días, “Era inconsciente y no hacía las cosas bien. Fue un cambio para mí. Nadie me había enseñado cómo hacer las cosas. Fue el primer clic, no mío sino de Seba, que me lo mostró. Si miro para atrás digo, ‘Me salvó’. Me puso donde estoy hoy. Fue el comienzo de algo Nuevo”.
“La parte mental es más que el juego y el físico. Es un cinco por ciento más, sin juego, por más que tengas cabeza, no vas a poder jugar. Pero hay que estar emocionalmente bien”, sentencia el jugador argentino admitiendo que el tenis no es solo el juego.
La persona que siente un gran respeto hacia su jugador es su entrenador, el ya mencionado Sebastián Gutiérrez, quien brindó grandes palabras para demostrar lo que es su pupilo, “Yo por Seba siento una gran admiración por lo que transmite cuando juega”, y describió con tres palabras a Báez, “Superación es la palabra. Superación. Poder, por saber que se puede. Y buena gente”.
“Seba hizo un buen trabajo en lo emocional. Hizo muchos años de mindfulness (NdR: focalización en el presente), de meditación y de autoconocimiento. La cabeza se entrena, es el músculo más importante, pero muchas veces se manifiesta con el cuerpo. Si estás nervioso, tu cuerpo está nervioso y manda mensajes. Relajar el cuerpo es un entrenamiento que lleva tiempo. Seba dio un gran salto en la estabilidad en su segundo año en ATP”, explicó Gutiérrez en relación al trabajo realizado por su jugador.
“Técnicamente lo ves en un nivel y emocionalmente en otro. Pero es lógico por su edad. Ahora… si todo fuese tan lógico, Seba no estaría donde está, Seba rompió barreras. Hace unos años no podía entrar a los Challengers pero rompió barreras. Ante esa lógica siempre luchamos, para que se conozca, para que pueda aceptar las emociones y tener las herramientas para salir de los malos momentos”, expresó el entrenador.
Al igual que Báez, su entrenador cree en el equipo que armaron y confía en todo lo que puede llegar, “Seba y yo somos un ejemplo de que se puede. Ambos demostramos que, con humildad y con laburo, se puede. Seba viene con un biotipo poco común, es más bajo, pero el tipo demuestra que se puede. Yo no estuve 10 del mundo como tenista y mi experiencia como entrenador les muestra a otros que se puede”.
Para finalizar, Gutiérrez expresó el orgullo que tiene con el joven argentino a quien quiere ayudar a ir por todo, “Si yo fuera chico, Seba sería mi ídolo. La humildad, el respeto que tiene por los rivales. Hace la suya. No tiene maldad. Sufre, lucha, disfruta, pero es buena gente. Yo siento orgullo por más que mi misión sea empujarlo a que vaya por más”.