El tenista argentino, una de las principales atracciones que tendrá el Uruguay Open este año, dialogó en exclusiva con Ubitennis.com. Por Damián Tiscornia.

Caminé unos metros y lo volví a observar. En esta oportunidad estaba sentado en un banco dialogando con su hermano Matías, esperando que el español Nicolás Almagro culminara una clínica de tenis con algunos socios del Carrasco Lawn Tennis, el club que todos los años oficia de anfitrión del Uruguay Open.
Diego Sebastián Schwartzman es una de las principales atracciones que este año presenta la edición número 16 del torneo organizado por el extenista Diego Pérez Burín. Su presencia en el cuadro principal fue confirmada el mismo día que Daniel Orsanic dio a conocer la nómina de jugadores que viajarían a Croacia a disputar la final de Copa Davis el último fin de semana de noviembre.
“Siempre que vengo para acá disfruto mucho. Casi siempre suelo venir con la familia. Suele tocar la última semana del año, así que está bueno tener un torneo en el que uno no tenga que viajar en avión, pueda hacerlo en el Buquebús y pueda disfrutar un poco acá, aparte de jugar un poco al tenis. Las condiciones son muy familiares porque es muy parecido a lo que jugamos en Buenos Aires, la misma superficie. Está muy lindo venir acá”, declara el Peque en exclusiva con Ubitennis.com
Su nombre fue uno de los que sonó con más fuerza para ser parte de la delegación argentina en Croacia, pero finalmente no fue tenido en cuenta por el capitán Orsanic. “Siempre las ganas están. Pero creo que no solo yo, sino de todos los jugadores. Las ganas y las intenciones de estar ahí están en todas las series, pero bueno, esta vez le tocó repetir al equipo que jugó la semifinal y también lo tienen muy merecido”, afirmó quien el año pasado formó parte del equipo que jugó la serie semifinal ante Bélgica.
¿Por qué este jugador nacido en Villa Crespo el 16 de agosto de 1992 era un serio candidato a formar parte del equipo argentino de Copa Davis? Por la gran temporada que tuvo. En mayo ganó su primer torneo ATP en Estambúl, hace unas semanas fue finalista en Amberes y, además, ganó al Challenger de Barranquilla. Esas buenas actuaciones le permitieron llegar al puesto 54, el mejor de su carrera deportiva hasta el momento, el pasado 24 de octubre.
“Fue un gran año para mí. Tuve el mejor ránking de mi carrera, estuve cerca del top 50 (viendo cómo me vaya acá en el Carrasco puedo quedar cerca de ese objetivo). Fue un año muy bueno”, subraya quien estuvo fuera de las canchas durante algunas semanas por una fractura en un dedo. “Por suerte la vuelta fue muy buena. Me entrené muy bien ese tiempo que no pude competir por el dedo”, sostiene al respecto.
Mientras responde las preguntas, el Peque cada tanto observa de reojo a Matías, quien este año saltó a la fama mediática luego de participar en la edición argentina de Gran Hermano y haber lanzado sus primeras canciones como solista. “Es lo que él quería, lo que él buscó. Es muy divertido para él. Es un poco raro verlo así, pero también es divertido; la pasamos bien. Si es lo que a él le gusta, bienvenido sea”, dice.
Pese a que Matías lo acompaña en este torneo, Diego confiesa que es el único en su familia que practica tenis. “Él no sabe agarrar la raqueta. Ellos juegan al fútbol. Ninguno de mis hermanos jugaba al tenis. Mi viejo, pero de hobbie nada más. Yo soy el único tenista de la familia”, revela quien será el segundo preclasificado del Uruguay Open.
Diego ya tiene un claro objetivo para la temporada 2017: continuar mejorando. “Creo que estoy haciendo las cosas bien año a a año. La idea es seguir mejorando y terminar siempre un poquito mejor que el año anterior. Seguir siendo competitivo y regular en el mejor tenis que pueda dar. Y nada, disfrutar de lo que hago”, concluye uno de los mejores argentinos de la actualidad.
Unos diez, quince minutos después de haber dialogado con él subí a la tribuna destinada a la prensa y ahí lo ví a Schwartzman, entrenando con Nicolás Almagro en la cancha central del club. Estaba haciendo eso que esperaba antes que lo entreviste mano a mano. Y, por qué no, disfrutando de este deporte y de lo que hace, como el mismo confesó.