Copa Davis
Ferrer da a España el paso a semifinales en un partido épico
Hasta el rabo todo es toro. David Ferrer ha sido profeta en su tierra y ha salido por la puerta grande de la Plaza de toros de Valencia, tras vencer en un partido épico al alemán Philipp Kohlschreiber al que ha derrotado en un fantástico partido por 7-6(1) 3-6 7-6(4) 4-6 7-5 después de 4h 51’ de partido, ante el delirio de los 8000 espectadores que abarrotaban las gradas del coso valenciano y que han llevado al de Javea en volandas a una victoria que por momentos se vio en peligro. Por Juan Luis Lázaro.
Todo o nada. A eso le tocaba jugar a Ferrer en el día de hoy. Ser el héroe de la eliminatoria si conseguía la victoria o ser el villano, si por el contrario no conseguía sacar su partido adelante. Y por suerte para él se ha convertido en el héroe que todos los aficionados españoles esperaban.
Después de la dura derrota del pasado Viernes, en la que no tuvo opciones ante un excelso Alexander Zverev, Sergi Bruguera volvía a confiar en la experiencia de Ferru, las esperanzas de acceder a las semifinales de la Copa Davis 2018.
Igualdad máxima a priori entre dos jugadores con la misma edad, la misma altura y con tan solo una posición de diferencia en el ranking actual de la ATP, 33 de David, por 34 del teutón. Eso sí, el español contaba con la ventaja de su fiabilidad en la Davis, solo había perdido del encuentro del viernes en sus 17 citas sobre esta superficie y de una ventaja significativa en cuanto a los enfrentamientos directos ante el de Ausburgo, con 10 victorias en 13 enfrentamientos entre ambos.
Pero todo eso a veces no son más que estadísticas y la Copa Davis es una competición impredecible donde las distancias se estrechan y los antecedentes a veces no se refrendan. Los números del encuentro dejan a las claras la igualdad vivida durante las casi 5 horas de partido, con porcentajes similares en cuanto al servicio, eso sí con el alemán sumando 7 saques directos por ninguno del español, y una cifra no habitual de errores no forzados 114 del alemán por 96 de Ferru, debidos en gran parte al viento reinante durante el encuentro, que también quiso convertirse en protagonista del mismo.
Ganar a Ferrer requiere muchas veces algo más que tenis. Cuando parece que el punto ha caído de tu lado, el de Javea esprinta una vez más y te devuelve la bola, exigiéndote un esfuerzo más. Si algo determina la carrera tenística de David, es la perseverancia en su juego incluso en los momentos más complicados. Era Ferru el que conseguí adelantarse en el primer parcial, con la primera rotura del encuentro en el sexto juego, sin embargo un servicio errático culminado con una doble falta, devolvía la igualdad a continuación, igualdad que se mantendría hasta el tie break en el que el español fue muy superior y con un excelso globo sobre la subida de Kohlschreiber se anotaba el primer parcial despues de sesenta y cinco minutos de partido.
El alemán no acusó el golpe y poco a poco fue imponiendo su juego, con su característico revés a una mano que le permitía anotarse muchos puntos tanto de paralelo como de cruzado. Era el teutón quien tomaba ventaja de 4-2, pero al igual que ocurriera en el primer parcial una inoportuna doble falta del alemán, devolvía la igualdad al marcador. Sin embargo el alemán aprovechaba un juego con varios
errores de Ferru, para colocarse con 5-3 y esta vez si, con su servicio, confirmar el break con un saque directo con su segundo servicio, lo que le permitía anotarse el segundo parcial.
Las espadas estaban en todo alto y ninguno de los dos jugadores conseguía distanciarse en el marcador. Cada break era devuelto por el rival, hasta 2 por bando en este parcial, antes de alcanzar de nuevo el segundo tie break del encuentro. Nuevamente Ferru, esta vez con algo de fortuna tras una última bola que tras tocar la cinta cayó muerta en el campo del alemán y una decisión cuanto menos controvertida del juez de silla que mandó repetir una bola a la línea de Kohlschreiber, volvía a anotarse el juego decisivo, para ponerse de nuevo por delante en el marcador.
En el cuarto set la tensión se mascaba por momentos. Apenas opciones de rotura, solo una del lado del español, abortada por el de Ausburgo en el quinto juego del parcial, y otra a favor del teutón, al que la fortuna le devolvió la que le debía, con una bola que golpeo la cinta y esta vez cayó del lado de la pista de Ferrer. 2-2 y la decisión de la eliminatoria en el quinto set.
Parecía que Ferru encarrilaba el encuentro con un 2-0 de salida, pero aún quedaba tiempo de sufrimiento para la hinchada española. El alemán igualaba a 3 juegos y disponía de un 15-40 para colocarse con 5-3 y servicio para ganar la eliminatoria. Pero David resistió como un titán y tras un revés del alemán que se quedó en la cinta, conseguía colocarse con 6-5 y saque, a un paso de convertirse en el héroe de la eliminatoria. El público lo llevó en volandas en el último juego y con un gran passing shot a la línea cerraba una serie para la historia, que permite a España viajar a Francia entre el 16 y el 18 de Septiembre en busca de un puesto en la final de la Copa Davis.
España llevaba seis años sin pisar unas semifinales y mantiene su racha de 27 victorias seguidas como local y 7 victorias en 7 ocasiones en las que la serie se ha disputado en una Plaza de Toros.
El equipo capitaneado por Filippo Volandri se impuso a España en la final disputada este domingo, demostrando que es un buen equipo a pesar de no contar con Jannik Sinner. Por Damián Tiscornia.
Italia se consagró campeón de la Copa Davis tras derrotar 2-0 a España en la final disputada este domingo. El ganado en Bologna es el tercer título consecutivo que gana el equipo italiano y el cuarto de toda su historia.
La jornada comenzó con un triunfo 6-3 y 6-4 de Matteo Berrettini ante Pablo Carreño Busta, en un duelo de experimentados jugadores. Quien fuera finalista de Wimbledon en 2021 aprovechó las dos situaciones de quiebre que tuvo a su favor (una por ser) para quedarse con una merecida victoria.
En el segundo punto Jaume Munar parecía que encaminaba el triunfo al ponerse 6-1, 1-0 y saque al comienzo. Sin embargo, Fabio Cobboli supo reaccionar a tiempo para ganar los dos últimos parciales 7-6(5) y 7-5 para darle la victoria a su país.
La ganada éste domingo es la tercera Ensaladera consecutiva que gana el equipo capitaneado por Filippo Volandri y la cuarta de toda su historia. España, por su parte, es el quinto subcampeonato que consigue.
El equipo capitaneado por David Ferrer venció a Alemania y este domingo jugará la final del torneo ante Italia. Por Damián Tiscornia.
España se clasificó finalista de la Copa Davis luego de que Marcel Granollers y Pedro Martínez se quedarán con el punto definitivo de la serie ante Alemania en el dobles. El equipo capitaneado por David Ferrer vuelve a disputar así una final luego de seis años.
Fue 6-2, 3-6 y 6-3 la victoria de la pareja española ante la dupla conformada por Kevin Krawietz y Tim Puetz. Granollers y Martínez salieron al rescate de su país por segunda eliminatoria consecutiva, luego de que le dieran el punto definitivo ante República Checa en el debut.
La jornada había comenzado bien para la armada española, luego de que Pablo Carreño venciera 6-4 y 7-6(6) al alemán Jan Lennard Struff. Posteriormente, Alexander Zverev igualó la serie con un ajustado 7-6(2) y 7-6(5) ante Jaume Munar.
Este domingo España jugará su undécima final de Copa Davis. No jugaba una final desde el 2019, año en el que ganó su sexta Ensaladera tras derrotar a Canadá en la final.
Este domingo España buscará ganar una nueva Ensaladera cuando se mida ante Italia en la final. La serie tendrá la particularidad de que se medirán los países de los dos mejores tenistas del momento en el circuito ATP, pero ninguno de los dos la protagonizará: ni Carlos Alcaraz ni Jannik Sinner.
Españoles e italianos no se miden por Copa Davis desde el 2006, cuando los actuales capitanes de ambos equipos estuvieron como jugadores por los octavos de final de la competencia. Se enfrentaron un total de trece ocasiones, con balance 7-6 a favor de los italianos.
Por tercera ocasión consecutiva y esta vez haciendo bueno su favoritismo como local en Bolonia, la selección italiana consigue su clasificación para la final de la Copa Davis, tras derrotar en la semifinal de hoy al conjunto belga por 2-0. Por Juan Luis Lázaro.
A pesar de las ausencias del reciente campeón del torneo de maestros Jannik Sinner y del nº 2 italiano Lorenzo Musetti, los tenistas transalpinos han conseguido su billete para su tercera final consecutiva y buscarán el próximo domingo revalidar su título del año pasado en Málaga.
El primer encuentro de la serie enfrentaba a Matteo Berrettini y al belga, gran revelación de la temporada, Raphael Collignon, y no ha habido sorpresa en el Super Tennis Arena de Bolonia ya que dejaba su impronta de salida con un 3-0 en el arranque, que le dio una ventaja que le permitió anotarse el primer parcial por 6-3.
De nuevo Berrettini se colocaba 2-0 al comienzo del segundo set, pero esta vez si, Collignon conseguía devolver el break de inmediato, y no fue hasta el séptimo juego, después de que el belga dispusiera de una bola de 4-2, cuando Matteo consiguió adelantarse de nuevo en el marcador. El italiano sumó dos juegos al servicio en blanco, lo que le colocaba con un 6-4 que suponía el primer punto en la eliminatoria para el conjunto azurro, en poco menos de una hora y media de encuentro.
“Creo que al final jugué mal. Debería haber ganado el segundo set más fácilmente. Es difícil decir ‘debería’, pero iba un set y un break arriba, buscando un doble break. Estaba jugando muy bien. Podría haber hecho un poco más en el primer punto de break. Pero así es el tenis. Lo acepté. Él empezó a jugar mejor. Las pelotas eran un poco más grandes. Era más difícil ganar un punto con el servicio y desde el fondo de la pista. Creo que, al ser la Copa Davis, se motivó mucho. El público también lo ayudó. Creo que esa es la belleza de la Copa Davis. Honestamente, diría que fue una muy buena actuación por mi parte.”
Cobolli selló el billete para la final
El segundo encuentro de la eliminatoria, lo disputaban los dos números 1 de ambas escuadras, Flavio Cobolli y Zizou Bergs, con victoria del italiano por 6-3 6-7(5) 7-6(15) tras 3h 04’ de durísima batalla.
El partido ha sido digno de una semifinal de Copa Davis. Un primer set en el que Cobolli aprovechaba la única bola de rotura que hubo en el parcial, en el cuarto juego, y aunque le costó cerrar el set, necesitó hasta cinco bolas de set, finalmente colocaba el 6-3 en el marcador.
No hubo ni una sola oportunidad de rotura en el segundo set, entre dos jugadores que mantuvieron con cierta solvencia su servicio, antes de llegar a un tie break en el que el tenista belga estuvo más acertado en el momento clave y mandó el encuentro al tercer y definitivo set.
El tercer set fue una montaña rusa de emociones, con el italiano salvando hasta cinco bolas de rotura, haciendo una defensa numantina apoyado por el enfervorecido público que llenaba la pista, y un Bergs que salvaba las dos primeras bolas de partido en el décimo juego, para llegar a un tie break emocionante, el sexto más largo de la historia de la Copa Davis, en el que Bergs disfrutó de 7 bolas de partido, mientras que el italiano aprovechaba la quinta para colocar el 17-15 definitivo y meter a su equipo en la tercera final consecutiva del torneo.
“Al final me sentí contento. No sabía nada de los puntos de partido. Le pregunté al equipo cuál era el marcador en el tiebreak, porque no lo sabía. No lo recordaba. Estaba muy contento con este partido. Fue una montaña rusa de emociones, pero al final me sentí satisfecho con mi partido, con lo que hice. Creo que tuve una gran actitud durante todo el encuentro. Ahora estoy un poco cansado, pero estoy listo para recuperarme para los próximos días.”
Tras el encuentro el capitán Filippo Volandri valoraba la victoria de sus pupilos:
“Creo que este tipo de partido solo se ve en la Copa Davis. Vimos a dos grandes jugadores luchar por su país. Ambos hicieron un trabajo increíble. Solo uno tenía que ganar. Al final, lo conseguimos nosotros. Eso mismo le dije a Flavio. Le dije que lo deseaba más que el rival. No sé si era cierto o no. En definitiva, es algo increíble. Estoy muy orgulloso de Flavio, orgulloso por supuesto de Matteo, pero de todo el equipo. El público marcó la diferencia al final. Éramos unos 10.500, dándolo todo, porque creo que nosotros también lo dimos todo. Ha sido un gran partido. Como dijo Flavio, toca recuperarse.”
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