En una completa charla con nuestros compañeros Javier Frana y Alex Corretja en una nueva entrega de su programa “Subidos a la red” el bonaerense Peque Schwartzman se sincera y hace un repaso profundo a su carrera, incluyendo una previsión acerca de sus próximos objetivos cuando se reanude el circuito profesional. Por Juan Luis Lázaro.

El actual nº 13 del ranking mundial y nº 1 del tenis argentino, encaraba la entrevista ante dos grandes comunicadores del mundo del tenis, sin eludir preguntas acerca de su pasado, presente y futuro de su carrera profesional.

Su situación actual
“De momento va todo bien. Hace unos meses que me cambié de casa, ahora estoy en un espacio más grande y por más que llevemos encerrados más de 70 días, en concreto creo que llevo 75 días porque al venir del exterior tuve que hacer una cuarentena más larga y esto es una montaña rusa, hay días mejores y hay días peores, pero en general lo estoy llevando bastante bien.”

Las herencias familiares
“Siempre tuve muy encima a mis padres. Ellos trataron desde muy pequeño de ocultarme aquellas cosas que podían no favorecer la carrera de un tenista y a partir de ahí, te quedas con cosas de cada uno y ahora en cuarentena estas cosas se reflejan aun mas si cabe. Mi madre es muy ansiosa y muy fastidiosa en muchas situaciones y yo soy un poco así en mi día a día. Por el lado de mi padre he sacado la competitividad en el deporte, saber como entrenar para evitar las lesiones.”

Su coach Juan Ignacio Chela
“Viéndolo desde fuera, nosotros nos decimos que que pensara el resto de la gente de nuestra relación profesional. Leo aporta otro punto de vista quizás más sensato y aporta el equilibrio que necesitamos. Yo necesito que en el día a día de la gente con la que me rodeo, pueda hablar de cualquier cosa con ellos sin que sea estrictamente profesional y eso va siempre con mi forma de ser. Somos muy parecidos, Juan y yo. “

“Nunca fui una persona de improvisar para elegir al entrenador. No buscaba a alguien exitoso, sino que contrataba a alguien para que me ayudara a mejorar y a pesar de que no tenia experiencia confié en él y mi objetivo es divertirme para intentar que me haga mejor jugador. Nunca me tomé una cerveza con él pero trato de que nos llevemos bien.”
“Odio perder en el tenis y necesito mis horas para poder volver a la normalidad. No soy como esos jugadores que enseguida se les olvidan las derrotas.”

La dificultad de la gira para los tenistas argentinos
“A la gran distancia que existe entre el continente europeo y Argentina cuando se celebra la gira de polvo de ladrillo hay que unir los problemas económicos que ha vivido nuestro país en los últimos tiempos y eso hace que quizás seria motivo de estudio el hecho de que salgan tantos competidores argentinos de primer y segundo nivel a pesar de las dificultades. Te da rabia pensar que cuando pierdes un martes o un miércoles, los europeos a la hora están en el hotel con la maleta lista para volver a su casa y sin embargo tu tienes que pensar que vas a hacer el día de mañana en un torneo en el que no continuas. Hay muchos jugadores que las giras largas les afectan y hay que estar preparado para ello.”

La presión de los comienzos
Los comienzos son siempre duros. Mis padres trataban de que no me diera cuenta de porque iba a unos torneos y no a otros. Soy una persona muy responsable con mis entrenamientos desde pequeño, debido a que entendía el esfuerzo que hacían mis padres. A veces con 13-14 años llegaba a la Academia y me mandaban de vuelta porque mis viejos no habían pagado la cuota. Trato de entrenar siempre y procuro tener siempre la conciencia tranquila.”

Los jugadores por debajo del Top 100
“Estoy enterado del problema que tienen estos jugadores. Creo sinceramente que el tenis está mal administrado desde hace mucho tiempo. Nunca se ha podido romper esa base de un deporte que es millonario a nivel mundial y por eso han surgido las conversaciones con la WTA. El tenis debería venderse como un único elemento sin que haya federaciones, torneos, circuitos dividiendo todo el dinero. De esta manera el reparto sería más justo y esto haría que el 200 o el 300 pudieran vivir en la medida de sus posibilidades. A mi me cuesta que debido a mi ranking salga un dinero para ayudar a los jugadores que quizás alguno no este en una mala situación cuando quizás yo tengo familiares que están en una situación peor. Preferiría ayudar a los entrenadores argentinos que al 300 del mundo de Georgia porque quizás a este le ayuda su federación. Es un tema delicado.”

Que golpe escogería de un jugador del circuito
Escogería el saque de Federer. Luego yo me tengo fe desde el fondo. A veces yo hago saque red con mi saque, imagínate lo que podría hacer si tuviera el saque de Federer. Me gusta el saque de Federer porque va a la velocidad y colocación adecuada para preparar el segundo golpe. No es el saque de Isner pero me quedo con ello.

Un partido que volvería a jugar
Volvería a jugar el partido contra Nadal en Roland Garros pero si no se pusiera a llover. Hasta ese momento yo dominaba el partido. No se si iba a ganar el partido, la chance de ganar el encuentro era 90-10, pero ese partido me quede con la espina que me salía todo, estaba set y quiebre arriba y el estaba con dificultades, las condiciones climáticas me ayudaban, pero luego se paró y la historia fue distinta. Al día siguiente cuando volvimos a jugar no me sentí bien en la pista más allá de la derrota.

Una pista favorita
“Me encanta jugar en la Philippe Chatrier, aunque no he conseguido ganar nunca, he perdido con Nadal, con Djokovic y Monfils pero me encanta. Si tengo que elegir una pista es la Arantxa Sanchez Vicario en Madrid, creo que voy 5-1 allí, solo he perdido con Nishikori en 3 sets pero haciendo un gran partido. Cuando salto allí creo que tengo muchas ocasiones de ganar. “

Una charla que le haya marcado
“Tuve la suerte de que Pico Monaco me apadrinó y me llevaba a sus pretemporadas, me ayudaban mucho, me enseñaron mucho y me ayudaba mucho ver que el disfrutaba mucho fuera de la cancha. Me decía que me fijara en la diferencia entre ganar y perder cuando lo hacían Feliciano, o Ferru. Me pedía que me fijara en lo que hacían en si iban al masajista o que comían. Me decía veras como no cambian nada, por eso son tan buenos desde hace tantos años.”