Para salvar a ambos Masters 1000, incluso en caso de se disputé el US Open y esperando a las grandes figuras, aquí están las soluciones. Premios muy reducidos para todos. El 15 de junio será la fecha límite para la decisión final. Por Ubaldo Scanagatta, traducida por Javier Ayala.

Todos los días la situación en el calendario de tenis parece estar cambiando. Las diversas hipótesis de la programación de verano y post-verano europeo y norteamericano se suceden a velocidades vertiginosas.

Hace apenas 24 horas escribí un artículo largo y detallado sobre la situación de la apertura de los Estados Unidos que afecta un poco todo el calendario por venir, sobre todo los posibles Masters 1000 de Madrid y Roma y si en Nueva York se tuviera que jugar regularmente (más o menos…) el Abierto de Estados Unidos.

De hecho, han surgido novedades que parecen cambiar ciertos escenarios, incluso para Madrid y Roma, cuyos premios y cuadros se reducirían significativamente (40 o 50% menos en premios para sorteos limitados a 48 tenistas, con 16 bye) y cuyas finales ya no se celebrarían el domingo, sino el martes con algunas reglas impuestas en los diversos torneos para proteger la cobertura televisiva de las instancias definitorias.

Mientras tanto, un optimismo diferente parece haberse filtrado, como dicen, casi como si las sensaciones de un coronavirus progresivamente menos letal se hubieran extendido a nivel mundial (como casi siempre ha sucedido con la llegada del verano).

Había informado en el artículo que en los Estados Unidos la voluntad de dar lugar al US Open se caracterizó fuertemente, y esto se confirma por lo que dijo el CEO de la USTA, Stacey Allaster, a pesar de una premisa cautelosa, “No tomamos una decisión, pero todo es… fluido”.

Sin embargo, deja en claro que en caso de que se decida antes del 15 de junio (este parece ser el plazo para todos) la confirmación o la cancelación del Abierto de Estados Unidos, la USTA ya sabe a dónde irá a parar.

Resumiendo los requisitos de la USTA, los vuelos charter están planeados para transportar jugadores con equipos pequeños y solo desde ciertos aeropuertos (Roma y Milán no están entre ellos…), realizarse pruebas de COVID-19 antes inicio del viaje, controles diarios de temperatura en el Billie Jean King National Tennis Center de Flushing Meadows. Desechemos la imaginativa hipótesis de Indian Wells, etc. Disputarse a puertas cerradas al público y con pocos funcionarios, vestuarios cerrados en días de entrenamiento.

Pero vuelvo a Madrid y Roma. La fecha límite para todas las decisiones parece haber sido fijada para el 15 de junio. Si el coronavirus nos hubiera dado un respiro en Europa y no en Nueva York, no habría problemas ni para Madrid ni para Roma. Madrid podría tener lugar poco después de principios de septiembre, Roma inmediatamente después.

De lo contrario, la última idea es extender la duración de Madrid, que podría comenzar en los primeros días de la semana del 14 al 20 de septiembre, pero finalizará el martes 22. Esto permitiría, con un cuadro de 48 tenistas y 16 bye, esperar a los finalistas de Nueva York por varios días más. En teoría, podría salir al campo para su primera ronda (segunda del torneo) el jueves 17 o incluso el viernes 18. Habría 5 días útiles para continuar el torneo (que tiene tres techos retráctiles en caso de lluvia), de viernes a martes.

Mientras tanto, el Internazionali d’Italia podría jugarse sin problemas, comenzando el lunes 21 o martes 22 de septiembre, pero para proteger los derechos televisivos de Madrid, el día de la final (martes 22), Roma por un día no debería poder mostrar sus juegos en la televisión. O tal vez podría sostenerse en un apagón de televisión solo para esos partidos simultáneamente con la final de Madrid (el año pasado en Madrid la final femenina se jugó el sábado, un día antes en comparación con la masculina, mientras que Roma se jugaron el mismo día).La final del torneo italiano debería tener lugar el lunes 28 de septiembre, simultáneamente con el segundo día de Roland Garros. En Italia no debería haber problemas de conflictos televisivos: los Masters 1000 son transmitidos por Sky, los Roland Garros por Eurosport.

París y Roma, las federaciones, tanto francesa como la italiana, seguramente deberían encontrar un acuerdo para no molestarse con los problemas de derechos de televisión. Es una situación de emergencia y todos deberían entenderlo. Los jugadores incluidos: se les pide que renuncien a muchos premios en metálico, un sacrificio que los organizadores desearían en un 50%, tal vez acordarán un 40% o incluso un 35%, pero también se debe encontrar una solución para aquellos jugadores que habrían ingresado a los cuadros de 56 o 64 jugadores y ahora estarán fuera de él. Pero en resumen, parece que la buena voluntad, incluso entre intereses en conflicto, terminará prevaleciendo.