El joven maravilla italiano se metió en su primer final de este tipo de torneos, en su tercera presentación, al vencer a Roberto Bautista y sigue sorprendiendo al mundo del tenis. Por Javier Ayala.

Con tan solo 19 años, la nueva joya del tenis azzurro, consiguió algo que muy pocos tenistas en la historia lograron, llegar a la final de un torneo de Masters 1000 antes de las dos décadas de edad, pero Sinner pretende batir muchos records.

En un encuentro muy disputado, Jannik venció al español Roberto Bautista Agut por 5-7 6-4 y 6-4, demostrando una capacidad mental de un jugador con muchos años en el circuito para instalarse en la final de Masters 1000 de Miami.

“A veces puede cambiar todo rápidamente. Tuve una gran racha cuando jugué en Bérgamo. Tuve Challenger y luego gané un par de torneos ese año, lo que a veces puede dar un poco de confianza. Obviamente, no piensas en jugar grandes torneos en ese punto porque el camino es largo, tu clasificación no está ahí. Y luego, a veces te sientes bien en algunas semanas. Aquí me sentí bien desde el comienzo de la semana en la cancha. Creo que obviamente es un gran resultado aquí, pero primero tengo un partido más frente a mí. La otra cosa es que no significa nada. Quiero decir, es muy bueno ser parte de esta final, jugar una final, jugar para ganar, pero solo trato de mejorar cada día”, fueron las primeras palabras del joven expresando lo que se siente estar jugando torneos de menor categoría hace poco y ahora estando en este lugar de privilegio.

Uno de los aspectos que se destacan en Sinner es su gran mentalidad, algo que lo diferencia de los demás jugadores italianos y de los de la misma generación que él, “Creo que cada jugador es diferente. Cada uno tiene su propio estilo dentro y fuera de la cancha, y, para mí personalmente, lo tengo de mis padres porque, están trabajando todos los días en un trabajo simple pero saben lo que significa trabajar duro. Me dieron este tipo de mentalidad, siempre esforzándome al máximo día tras día y tratando de no perder energía durante tu trabajo. Cuando fui a ver a Riccardo Piatti tenía 14 años. Eso fue un cambio de vida para mí, porque nunca jugué al tenis. Solo jugaba tenis dos veces por semana. Cuando llegué allí, practicaba todos los días, mañana y tarde. Para mí, eso fue muy difícil al principio, así que lo que me ayudó fue trabajar duro todos los días y no intentar perder energía en la cancha porque ya es un día difícil. Si pierde energía extra sin ningún sentido, es aún más difícil”.

El italiano se convierte en el cuarto jugador en acceder a la final de un torneo de esta categoría, por detrás de Andre Agassi, Rafael Nadal y Novak Djokovic, “Unirse a ese grupo se siente muy bien obviamente, pero como siempre digo, tengo 19 años. El camino para tener este gran nombre es largo. No se hace en una semana de torneo. Es un proceso largo llegar allí, llegar a estar allí. Creo que es lindo jugar la final aquí en Miami, pero el camino es largo. Mi equipo lo sabe. Obviamente puede ser una gran semana para mí. Es una gran semana para mí, pero el trabajo tiene que continuar”.

Para finalizar analizó la ausencia de los mejores jugadores del mundo, pero destacó que siempre tienen que dar lo mejor de si mismo, “Sabíamos que muchos jugadores no vendrían aquí, especialmente los tres grandes. Dominic Thiem no vendría. Nos acercamos a este torneo para llegar muy muy lejos. Es un poco diferente este torneo al no ver grandes nombres o los nombres más importantes. Es un poco diferente. Vinimos aquí con la mentalidad adecuada, Siempre vamos a todos los torneos para ganar, intentando ganar tantos partidos como sea posible. Algunas semanas lo haces mejor y otras semanas lo haces un poco peor, pero creo que tengo un buen equipo detrás de mí que puede mostrarme muchas, muchas cosas. Estoy feliz por lo que pude hacer esta semana. Hay un partido más frente a mí, así que estoy tratando de jugar mi tenis”.