Se esperaba con expectación la reaparición de Novak Djokovic en el circuito, con su presentación en casa en el Masters 1000 de Montecarlo. Sin embargo, el malagueño Alejandro Davidovich Fokina se ha encargado de que la presencia de Nole en el club monegasco, se reduzca a las 2h 54’ que ha durado su encuentro de segunda ronda que suponía su debut en el torneo. Por Juan Luis Lázaro.

El español ha desplegado su mejor versión para acabar imponiéndose en el choque por 6-3 6-7(6) 6-1, ante un Djokovic que cometió la friolera de 52 errores no forzados en el encuentro.

El serbio comenzaba el encuentro con falta de ritmo, ante un Davidovich que olió la sangre desde el comienzo del choque, sabiendo que esta podría llegar a ser la mejor victoria de su carrera. El español puso en juego ese talento que atesora, que le permite combinar golpes magistrales con errores incomprensibles, que no le impide sacar por bajo ni siquiera cuando tiene al nº1 del mundo al otro lado de la red, y que le hace disputar cada bola como si el partido fuera en ella, lanzándose por los suelos en numerosas ocasiones, algunas de ellas ciertamente innecesarias.

Pero ese es el ADN del malagueño, que le ha llevado a sumar la victoria más notable de su carrera, en un escenario idílico y con el invitado especial del viento que se está haciendo protagonista en los últimos torneos del circuito.

En el comienzo del choque pudo observarse ya cierta incomodidad de Nole en la pista, que tras tener que neutralizar dos bolas de rotura en el servicio del encuentro, veía como Alex le encajaba dos breaks consecutivos para colocarse con 4-1 en el marcador. El español dominaba el encuentro y a pesar de que permitía al serbio una ligera reacción para llegar al 4-3, los 13 ganadores de Foki, unidos a los 16 errores no forzados de Nole, acababan por decantar el primer parcial a su favor: 6-3.

Lejos de llegar la reacción del serbio ante la atenta mirada de su familia en la grada, el panorama empeoraba tras lograr el español el break en el segundo juego del segundo parcial, y materializarlo a continuación en un larguísimo juego de 14’ en el que tuvo que salvar hasta 5 bolas de rotura. Con ventaja a su favor, apareció la versión errática de Foki, esa que se produce por su falta de paciencia en determinados momentos y que le llevó a perder sus dos siguientes servicios para colocarse con 4-4 en el marcador. La desconexión del español fue total en el 9º juego donde con 3 dobles faltas, le brindaba a Djokovic la posibilidad de mandar el encuentro al tercer set con su servicio. Pero el serbio quiso sumarse al festival de los errores y con 3 consecutivos le devolvía el favor a Foki. Se llegaba al desempate donde el español se colocaba con 4-2, pero un caña y un gran passing de derechas de Nole, mandaba ahora sí el encuentro al tercer y definitivo parcial.

Paso por los vestuarios de ambos jugadores antes de comparecer de nuevo en la pista para la batalla final. Parecía que el serbio podría llevarse el gato al agua, pero nada más lejos de la realidad. Un Davidovich valiente, retomó la iniciativa en el juego ante las dudas del serbio y aunque desperdiciaba dos bolas para el 3-0 a su favor, supo neutralizar su única bola de break en contra en el cuarto juego, para dar el acelerón final que le permitió sumar 4 juegos consecutivos, ante un Djokovic que ya no creyó en la remontada.

El jueves el tenista malagueño se medirá al vencedor del encuentro entre el belga David Goffin y el británico Daniel Evans.

En la propia pista el español radiante hacía un balance del encuentro:

“Esta victoria es muy especial para mí porque crecí viendo a Nole y soy un gran admirador suyo. Lo veo en cada torneo, en cada partido. Aquí en Montecarlo, con la pista llena de gente, contra el nº 1, disfruté de cada momento en el partido y estoy muy feliz”.

“Empecé bien desde el principio porque sabía que Nole no había jugado mucho. Luego tuve que concentrarme en cada punto porque tuve mis oportunidades desde el principio y simplemente conseguí ganar finalmente. Cuando se llevó el segundo set fue difícil mentalmente para mí, pero estoy trabajando muy duro para estar más concentrado. No importa si perdí el segundo set o perdí el primero. Tengo que estar preparado para la batalla. Eso es lo que he hecho y al final lo he conseguido”.