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El serbio se presentó en la sala de prensa luego de caer ante Roger Federer y se mostró muy cabizbajo por el final de temporada, pero con la vista puesta en la Copa Davis y en su familia. Por Javier Ayala.

El serbio comenzaba la semana con la ilusión de quedarse con el número uno del mundo a fin de año. Había comenzado su participación en Londres con una gran victoria ante Berrettini y luego caería en un maratónico encuentro frente a Dominic Thiem, para definir la clasificación con Roger Federer. Pero se encontró con un magnífico juego suizo y todo se cayó por la borda.

“No hubo mucho que hiciera bien en el partido, para ser honesto. Él fue el mejor jugador en todos los aspectos y mereció la victoria. Sacó genial, se movió bien, me restó muy bien… creo que lo hizo todo bien. Yo, por mi lado, estuve muy neutral. No pude leerle el saque y jugué un partido muy malo”, comenzó el análisis en la rueda de prensa.

En un pasaje del encuentro se lo vio dolorido del hombro y llevo tranquilidad, “Espero que no sea nada que me saque fuera de la Davis la semana que viene. Sentí un dolor muy fuerte pero pude acabar el partido. Si hubiera tenido algo más serio, no habría podido ni agarrar la raqueta. Probablemente haya sido un mal movimiento que haya hecho. No fue a más”.

Se le preguntó sobre si el exigente encuentro frente a Thiem de más de dos horas y media fue el causante de su bajo nivel, “Quizá sí, quizá no. Mentalmente fue duro perder un partido como el que perdí hace dos días. Empecé genial el torneo, ganando París, jugando bien, pero en algún momento las cosas se torcieron en pista y mi confianza hoy no estaba alta. Roger pude ver eso y lo usó a su favor”.

Djokovic no pudo culminar la temporada como pretendía, pero después de este golpe seguramente hará el resumen más tranquilo, “No estoy feliz por cómo he acabado la temporada. No es la manera en la que quería jugar pero debes aceptar que hay días así y seguir hacia adelante. Si echo la vista atrás, ha sido una muy buena temporada, ganando cinco títulos y dos Slams. Intento mirar las cosas positivas. Hoy salgo de la pista sin nada positivo sobre mi juego pero mañana veré las cosas de otra forma”.

Con la derrota Nole perdió la chance de alcanzar la cima del ranking frente a Nadal, “Era algo de mucha motivación para el final de esta temporada pero ahora es tiempo de ir a casa y poder pasar algo de tiempo con mis hijos, si no están durmiendo. Luego tendremos que ir a Madrid para la Davis y ya tendré tiempo en la pretemporada de estar con mi familia y poner las cosas en perspectiva. Cuando tienes una familia, todo lo demás pasa a un segundo plano. No puedo esperar para pasar tiempo con mis hijos”.

“He jugado contra Federer y Nadal más de 50 veces y he perdido muchos partidos. Cada derrota es dolorosa pero cuando juegas contra tus mayores rivales, eso añade un sabor extra tanto a las victorias como a las derrotas. Pero al final del día, somos profesionales y ya tengo experiencia en cómo superar estas derrotas y buscar una nueva oportunidad el día de mañana”, dijo el serbio dejando en claro que es un partido más, y agregó que ver a Roger jugando a este nivel es una motivación para él, “Eso me motiva. Me muestra de que es posible. Tengo la mayor de las admiraciones por él y por lo que hace en pista. Lo que ha conseguido es

fenomenal. Es un modelo a seguir incluso para mí, que soy uno de sus rivales. Lo que él hace, te inspira”.

Para finalizar expresó lo que espera para la próxima semana en donde competirá en la nueva Copa Davis en Madrid, “El tanque de gasolina no está tan lleno como al inicio de temporada, pero estoy motivado para unirme al equipo y jugar, porque hace mucho que no juego la Davis. Tengo ganas de volver a sentir ese espíritu de equipo”.