El próximo mes de Noviembre se producirá el 48º aniversario de un hecho sin precedentes que puede ser catalogado como uno de los gestos más deportivos que se ha vivido en la historia del tenis mundial. Tom Gorman estaba a un solo punto de alcanzar la final del Masters que se celebraba en Barcelona, y al filo de las 3 de la madrugada, decidía retirarse del encuentro, concediendo la plaza de finalista a Stan Smith. Por Juan Luis Lázaro.

Era la primera vez que un acontecimiento de este calibre visitaba suelo español. Era la tercera edición del Masters, donde se daban cita las 8 mejores raquetas del año 1972, y la ITF elegía a Barcelona como sede para la realización del mismo. En la ciudad condal no existía ninguna instalación cubierta de tenis y por ello hubo que acondicionar el Palau Blau Grana perteneciente al FC Barcelona, para la disputa de dicho torneo.

Los días anteriores al mismo la actividad fue frenética en Barcelona. Llegada y montaje de la pista proveniente del torneo de Paris, acondicionamiento de la instalación para que la televisión pudiera transmitir con la suficiente calidad de imagen el evento y unidades móviles y cámaras de la BBC que acudían al evento para reforzar a una por entonces aún novel para la transmisión de eventos en color, televisión española.

En el templo barcelonés se dieron cita dos tenistas españoles, Manuel Orantes y Andrés Gimeno, un sudafricano, Bob Hewitt; un rumano, Ilie Nastase, un checo, Jan Kodes, y tres estadounidenses, Stan Smith, Jimmy Connors y Tom Gorman.

La fase previa se disputaba en el formato actual de Round-Robin y tras la disputa del mismo Nastase y Gorman ocuparon los dos primeros lugares del Grupo A, mientras que Stan Smith y Connors fueron los primeros clasificados del Grupo B.

En la primera semifinal del torneo, Nastase derrotó a Connors 6-2 6-3 6-2. A continuación, y ya entrada la noche, comenzaba la segunda semifinal que enfrentaba a Tom Gorman y a Stan Smith, el claro dominador de la temporada ganando 9 títulos y alzándose con la Copa Davis con su país, después de haber vencido a la Rumanía de Tiriac y Nastase.

Fue ahí donde se produjo un hecho sin precedentes en el tenis mundial, que aún perdura en el recuerdo de muchos casi 5 décadas después. Gorman estaba a punto de sellar su pase a la final, cuando ganaba al casi imbatible Smith por 7-6 6-7 7-5 5-4 y 15-40. En su primer match point el golpe de revés de Gorman se le marchó y tras fallar el mismo se dirigió a la red para estrechar la mano de su rival ante la mirada atónita de todos los asistentes al encuentro.

Nuestros compañeros de La Nación, han hablado con Gorman de lo que sucedió aquella noche y el estadounidense ha aportado la luz al respecto de lo ocurrido:

“Ilie jugó contra Jimmy en la primera semifinal y ganó en tres sets. Stan y yo comenzamos casi a medianoche a disputar nuestro partido. Yo estaba jugando mi mejor tenis. Siempre fue un gran desafío para mí interpretar a Stan debido a su tamaño [1,93m] y a su alcance. También tenía un servicio con un pique alto. Entonces, mi estrategia era intentar golpear sus saques no tan buenos y presionar golpeando la pelota directamente hacia él. La misma táctica aplicaba yo al servir, en dirección a su cuerpo. Mi estrategia estaba funcionando y el entrenamiento previo al Masters estaba dando sus frutos. Cuando gané el tercer set, me encontré en ventaja y me sentí muy positivo. Comenzando el cuarto set estaba lleno de energía y confianza, pero en el quinto juego hice un movimiento incómodo en un tiro sencillo y sentí un dolor agudo en la espalda. De inmediato reconocí un sentimiento de dolor que ya había experimentado algunas veces. Lo extraño es que a veces podía parecer grave y en otras se resolvía solo. Pero después de un par de puntos más me di cuenta de que era la primera opción”.

“Comencé a sentir espasmos y algo de ciática. Internamente no podía creerlo porque, por experiencia previa, sabía que, si le ganaba a Stan, se me haría imposible jugar la final al día siguiente. En los juegos de servicio que siguieron solo sacaba y me quedaba atrás, cuando a mí me gustaba atacar. Recuerdo haber pensado: ‘Ok, Stan me quebrará, ganará el cuarto set y luego me retiraré’. Pero ocurrió otra cosa extraña. Como yo no estaba mostrando gran cosa al respecto, Stan no estaba muy seguro de lo que estaba sucediendo porque conocía mi juego, gané mis juegos de servicio y me encontré con Stan sirviendo 4-5 y 15-40, doble match point para mí. En el siguiente punto pegué un tiro de revés tan fuerte como pude, fue malo y mientras avanzaba seguí caminando directamente hacia la silla de árbitro y le dije que me veía obligado a retirarme. Hubo confusión porque no había mostrado que estaba herido y era tarde, como las 3 de la mañana. Después de una discusión con los organizadores, se anunció y se explicó lo que pasaba a la multitud, que tuvo una reacción mixta. Siempre supe que no podría jugar la final y que el Masters y los fans merecían una final”.

La decisión de Gorman fue transmitida a todos los allí presentes y el propio Smith al termino del encuentro le dijo al de Seattle si estaba seguro de la decisión que estaba tomando. A partir de ese momento Smith ha reconocido en innumerables ocasiones el gesto de su rival esa noche, un gesto poco frecuente a día de hoy en un deporte tan profesionalizado hoy en día como es el tenis.

Gorman sin duda es recordado no por sus dos títulos en ATP en singles, por el título de dobles o por ser miembro del equipo de USA que ganaba la Copa Davis en 1972, ni siquiera por haber sido capitán de Copa Davis entre 1990 y 1992 comandando a los Mc Enroe, Agassi y compañía, sino por el gesto que protagonizó aquella madrugada del 2 de Diciembre de 1972 en la ciudad condal.