Primera plana
Gabriela Sabatini y sus 50 años: “A mí el tenis me dio mucho más de lo que me pudo haber quitado”
La mejor tenista de la historia Argentina, cumple 50 años y hoy en su rol de empresaria no deja de recordar su gran carrera deportiva mientras que realiza la cuarentena en Miami. Por Javier Ayala.
En Argentina cuando se pronuncia el nombre de Gabriela Sabatini, se genera una admiración en cada una de las personas que conocen ese espíritu de lucha y su gran humildad, la cual no necesita expresar hacia afuera, sino en el anonimato demuestran el gran corazón que posee.
Cumpliendo las cinco decenas de vida, Gaby charló largo y tendido con el medio “La Nación” y no dejó tema por tocar, haciendo un repaso por todo lo que significó su carrera y lo que planea hacer cuando termine la cuarentena que la sorprendió en la ciudad de Miami.
Gaby no era una persona abierta a la hora de mostrar sus sentimientos, es más, era muy difícil que esbozara algunas palabras en su época de jugadora, la cual inicio a muy temprana edad a la vez que su reconocimiento creció al mismo tiempo. Con tan solo 15 años, Gabriela se encontraba disputando una semifinal de Roland Garros frente a la número dos del mundo, Chris Evert, “Sí, me acuerdo, es increíble, me lo pongo a pensar ahora: con 15 años estar en el estadio de Roland Garros es increíble. Yo en ese momento no tenía noción creo que de dónde estaba, contra quién estaba jugando. Aunque eso sí, porque Chris Evert era para mí. Cuando yo empezaba a agarrar la raqueta, que de hecho tuve una de ella, estaba muy arriba. Pero, sí, estar ahí jugando, a esa edad una no es tan consciente y no piensa en esas cosas. Yo disfrutaba tato de estar ahí, de poder llegar a una semifinal, en un torneo como es Roland Garros, en una ciudad como París. Creo que una no tiene consciencia de esos momentos, pero a veces miro fotos y digo: ‘Guau, qué chica que era’”.
“A mí el tenis me dio mucho más de lo que me pudo haber quitado. Soy una afortunada de haber vivido todo lo que viví. Me dio la posibilidad de viajar a tantos lugares, de conocer el mundo, de conocer gente, de tener amigos por todos lados. Todo eso, quizás, de otra forma no lo hubiese podido hacer. Me dio un crecimiento y una madurez. Yo era una persona muy introvertida, muy tímida, tenía mis experiencias en el colegio que marcaban una persona con mucha timidez. Y, bueno, el tenis, el tener que empezar a expresarme y ser un poquito más para afuera, me ayudó un montón en mi personalidad. Por supuesto que siempre elegí ser una persona privada, porque ese es mi perfil y es donde me siento más cómoda. Pero me hizo crecer un montón el tenis, todo lo que me dio es maravilloso. El contacto con la gente. Disfruto esta etapa”, expresó Gabriela sobre lo que significó el tenis para ella.
La cuarentena que afectó a todo el mundo la sorprendió en Miami, uno de los tres lugares donde vive ella a lo largo del año, los otros Buenos Aires y Zúrich, “Aguantando un poco estos días tan raros que estamos viviendo, difíciles de manejar, porque pasan muchas cosas por la cabeza. No me puedo quejar de nada, estoy en una situación o en un lugar muy cómodo, en Miami, donde se puede salir, hacer deporte afuera, que eso está muy bueno. Estoy acá esperando de irme a Suiza en algún momento. ¿Cómo me afecta en lo anímico? Es tratar de parar un poco la cabeza, porque el ser humano está acostumbrado a proyectarse, a pensar en el futuro, a planear. En mi caso lo mismo, estoy permanentemente moviéndome, entonces la cabeza empieza a pensar todas estas cosas y se hace difícil, más que nada a la noche. A veces me cuesta un poco dormirme, como creo que le pasa a todo el mundo. La gente que la está pasando realmente muy mal por su situación económica, son todas cosas que están en la cabeza y cómo haces para parar todo eso y no pensar”.
A pesar de ser una tenista de elite, alcanzando el puesto número 3 del mundo y ganando 27 títulos como profesional, muchas veces ella se boicoteaba así mismo para no tener que hablar al público, “Cuando era chica y pensaba que al ganar un torneo tenía que hablar, muchas veces perdía en semifinales para no hacerlo”, pero a pesar de su timidez, su gran corazón hizo que también sea querida por todos y por especial por Mónica Seles luego del incidente en donde la apuñalaran en Hamburgo y las mejores del mundo no quisieron que se le congelara el ranking con excepción de Gaby, “Gaby fue la única jugadora que me apoyó después del ataque. Ella pensó como persona, no en el ranking, no pensó en los sponsors ni en el negocio. Ella es una persona diferente al resto de las jugadoras que estaban en el tour”, contó Mónica.
La argentina tenía todo para ser número uno, pero más allá de tener que batallar con su gran enemiga tenística, la alemana Steffi Graff, la pelea era con ella misma, “Más que nada al principio, porque eso era cuando yo tenía 16, 17 años y empezaban con esto de la fama, de que la prensa hablara más de mí y a veces duele cuando son cosas sin conocimiento. Entonces, ahí es donde una tiene que empezar a separar y a entender de qué se trata eso, y a no salirse del lugar donde está, seguir el camino de los objetivos, de la profesión y eso es lo que siempre me permitió mantener el foco”.
Otro de los grandes logros de la sudamericana es haber obtenido la medalla plateada en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, lo cual la marcó en su carrera, “Fue una experiencia única, porque los tenistas no tienen la posibilidad, primero, de representar a tu país. No hay muchos eventos, salvo la Fed Cup. Y este [los Juegos Olímpicos] es el otro. En ese momento no había puntos para la WTA, pero era tan valioso y gratificante estar llevando los colores de Argentina y poder compartir con los otros atletas. Estás en el mismo edificio con los atletas argentinos, con los que te ves todo el tiempo, era como una familia, íbamos a comer todos juntos. Lo que me dio fue muchísima energía. Recuerdo que me levantaba a la mañana, estaban todos entrenando, preparándose para sus competencias y a una le daba muchas ganas, también, de entrenarse. Salí de ahí con unas pilas y unas ganas como nunca. Entonces, fue muy gratificante y hasta el día de hoy lo guardo en un lugar muy especial. Es donde respiras el deporte, te das cuenta y valoras todo el esfuerzo que hacen muchos atletas, porque la mayoría son, quizás, amateurs y se preparan solamente para ese momento. Ese es el momento, que por ahí dura dos minutos o un día. Eso me marcó mucho y hasta el día de hoy, que me gusta seguir ligada a los demás deportistas, alentarlos, acompañarlos y es hermoso. Me llena mucho”.
“Creo que eso influía mucho en mi juego, en mi estado de ánimo. Y claramente, Nueva York, Roma, eran lugares donde afuera de la cancha ya me sentía bien. Son lugares de mucha energía. Bueno, Italia, Roma, todo, una se siente como en casa porque tiene las mismas costumbres. Estamos hablando también de los públicos, porque en las dos ciudades eran públicos muy fervorosos, muy expresivos, se involucraban en los partidos y eso estaba bueno también, provocaba una situación de más energía y entusiasmo”, dejó en claro sus lugares en el mundo en donde logró grandes resultados, en Nueva York su único Grand Slam, el US Open, más dos Masters en el Madison Square Garden y en Roma donde conquistó en cuatro oportunidades el torneo de la capital italiana.
El Madison era una casa para Gaby, y pudo volver en el 2015 para jugar una exhibición con Mónica Seles, dejando un gran recuerdo en ella, “Me habían ofrecido jugar en el Madison el año anterior, no estaba preparada, yo no jugaba, no juego, quizás una vez cada tanto, pero creo que ahí habían pasado tres o cuatro años que no jugaba y había rechazado la propuesta, pero me había quedado un poco la idea, más que nada porque se trataba de volver al Madison, Nueva York. Cuando me lo preguntaron otra vez, lo pensé un poco y dije: “Ok, me comprometo a hacerlo, voy a empezar a entrenar”. Entrené cuatro meses antes del partido. Sí, yo me había quedado con una sensación un poco como de no disfrutar tanto del tenis y en esos meses volví a disfrutarlo como cuando era chica. Inclusive, [en el final de mi carrera] me costaba un poco el saque y ahí me sentí tan, tan bien, pegándole a los golpes, tan cómoda. Porque traté de tomármelo más tranquila. Siempre me tomo las cosas muy en serio. Dije: “Si no tengo ganas de entrenar un día, no lo hago”. No entrenaba todos los días, lo hacía día por medio. Con tenis, ¿no? Porque físico siempre hice y nunca dejé de hacerlo, lo que fue una ventaja. De lo contrario, me hubiese costado mucho más. Entonces empecé a hablar con Mónica, me acerqué otra vez a ella, entrenamos juntas. El proceso fue todo muy lindo. Y el día del Madison, estar ahí otra vez, había cambiado bastante, parecía otro lugar, pero lo disfruté un montón”.
Antes de terminar, expresó que le diría a la Gabriela Sabatini tenista, “No tengo nada que decir más que me siento orgullosa de quien fue esa persona, de todo lo que dejó esos años, todo lo que entregó por el tenis. Si vamos al detalle, puede ser, que las derrotas no las sienta como si fueran el fin del mundo. Más que nada, que sea algo positivo y no negativo, porque cuando perdía no quería saber nada con nada y creo que yo me exigía demasiado muchas veces y me jugaba en contra. Trataría de tomármelo con un poco más de tranquilidad, trataría desde el principio de buscar otras cosas para hacer. Lo había empezado a hacer más al final y me ayudó a sacar mucho la presión, tener otro entretenimiento, o saber que en la vida también se pueden hacer cosas sencillas. Eso trataría de incluirlo más en el tenis”.
Para finalizar expresó el deseo que tiene una vez que pase todo esto del Coronavirus y todo vuelva a la normalidad, “Abrazarme con mis seres queridos, ir a tomar un café o un helado con amigos. Pero más que nada, ver a mis seres queridos y poder abrazarlos”.
ATP
Marcelo Filippini en exclusiva: “Todo lo que tengo se lo debo al tenis”
El entrenador uruguayo habló en exclusiva con Ubitennis.es, repasando lo que su temporada como entrenador de Tristán Boyer. Por Damián Tiscornia.
Su nombre forma parte de una de las mayores hazañas que registra el tenis uruguayo, cuando en septiembre de 1994 Uruguay le ganó 3 a 2 a Argentina en el Carrasco Lawn Tennis para jugar por un lugar en el repechaje del Grupo Mundial. Formó, además, junto a Diego Pérez parte de una de las mejores generaciones que tuvo el tenis de nuestro país.
Marcelo Filippini está de vuelta en el ruedo, luego de algún tiempo alejado del día a día del tenis tras su retiro como profesional a mediados del año 2000. “Estuve alejado porque mi prioridad era la familia, y el crecimiento de ellos”, dice en relación a sus hijos en una entrevista concedida a Ubitennis.es.
Hace unos años Filippini acompañó a Pablo Cuevas algunas semanas en el circuito, en los que fueron las últimas apariciones del salteño como profesional. Fue ahí donde confiesa que empezó a gestarse éste presente que vive hoy en día. “Me picó el bichito para volver a viajar, mis hijos son más grandes ya, puedo tener más libertad y disponibilidad”, sostiene el nacido en agosto de 1967. “Es algo que me motiva”, recalca.
Esos viajes junto a Cuevas le posibilitaron ser hoy uno de los entrenadores del estadounidense Tristán Boyer, que en 2024 ganó el Uruguay Open en la misma cancha que supo brillar él en su época de jugador. A sus 24 años su pupilo está en esa pelea por terminar de meterse en el top cien del ránking, que le permitiría clasificar directo a los torneos ATP, y dejar un poco de lado el mundo Challenger, aunque sea circunstancialmente.
“Ha sido una muy buena experiencia, en la cual espero que todo lo que aprendió él este año podamos poner en práctica el año que viene”, declara el entrenador sobre lo que fue éste año junto a Boyer. “(Está) creciendo como jugador”, añade quien ha acompañado al estadounidense durante 16 semanas en esta temporada que está culminando.
Boyer finalizó el año con un récord de 5-9 en el circuito ATP, destacándose el haber llegado a la segunda ronda del Australian Open tras superar la clasificación y la segunda ronda alcanzada en los Másters de Indian Wells y Toronto. “Él ha estado madurando, jugamos mucho mejor los torneos grandes que los torneos chicos. Levantamos de nivel”, asegura al respecto quien en agosto de 1990 llegó a ocupar el puesto 30 del ránking mundial.
El regreso de Filippini no se dio sólo como entrenador, sino que también es el actual vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Tenis (AUT). “(Tenemos) muchas cosas para hacer en la asociación”, sostiene. “Esperemos que en el 2026 podamos seguir mejorando en el tenis nacional”, se ilusiona quien como jugador ganó cinco títulos ATP (Bastad, Praga, Florencia, Atlanta y St. Polten).
Hoy día en singles Uruguay cuenta con Franco Roncadelli entre los 350 mejores del ranking mundial casi consolidado en el circuito Challenger, y los mellizos Joaquín y Federico Aguilar dando sus primeros pasos en ese mismo circuito. ¿Hasta dónde cree que podrán llegar los tres? “Eso va a depender de ellos. Ya están en etapa profesional, es muy poco lo que puede hacer la asociación”, afirma al respecto el directivo. “(La AUT) se tiene que enfocar más en los chicos que tienen entre 10 y 14 años, que son los futuros tenistas. (…) Estamos enfocados en las edades más tempranas”, subraya.
Para que los niños puedan desarrollar su talento y potenciar sus habilidades la AUT cuenta con el Centro de Desarrollo de tenis en el Parque Rodó, que fue en lo que se transformó la plaza de deportes número 3. “Tener un centro es importantísimo para el desarrollo del tenis nacional”, asegura quien en 1999 llegó a los cuartos de final en Roland Garros.
Es intención de la AUT fomentar la relación con los clubes que se encuentran en el litoral y el resto del interior del país, aunque Filippini por el momento descarta que se construyan nuevos centros de desarrollo fuera de la capital. “(Hay que) ir diversificando centros en el interior para poder formar más chicos de diferentes lados”, sostiene.
Primero fueron quince temporadas como profesional y ahora su etapa como entrenador y directivo de la AUT. Sin dudas, toda una vida ligada al deporte que tanto le dio, adentro y afuera de la cancha. “Soy un agradecido al tenis, todo lo que tengo se lo debo al tenis”, subraya.
ATP
La difícil realidad del tenis en Venezuela
¿Qué tan difícil es para un jugador ser tenista profesional en Venezuela?, ¿qué esfuerzos debe realizar para serlos?, ¿cuánto apoyo reciben? Parte de estas preguntas se intentarán responder en este artículo. Por Damián Tiscornia.
Sabido es que desde hace varios años Venezuela no atraviesa por un buen momento político y social, por distintos motivos que no es el objetivo de este artículo analizar. El tenis, un deporte que requiere invertir mucho dinero para cualquier jugador que desee tener una carrera exitosa como profesional, no está ajeno a esa situación y sufre por ello.
En ese contexto surge una pregunta válida: ¿qué tan difícil y costoso es para un deportista venezolano aspirar a tener una carrera como profesional en el circuito ATP y conseguir recursos para tales fines?, ¿y el tenis social para los aficionados que desean practicarlo de manera amateur? Esta y otras interrogantes se intentarán responder en este informe.
La realidad hoy en día
La crisis por la que atraviesa Venezuela repercutió en la clase media, según dice Luis Contreras, quien desde el 2012 es el presidente de la Federación Venezolana de Tenis. De todas formas, el dirigente asegura que la federación que preside cuenta con alrededor de cuatro mil afiliados que practican tenis en sus varias ramas (tenis y tenis de playa); entre ocho y diez mil personas son las que en total tienen al tenis como uno de los deportes que entrenan socialmente y de manera amateur.
¿Qué tan costoso es practicar tenis en su país? “Cualquier deporte es costoso. El tenis de principiante, de desarrollo, no es más costoso que cualquier otro deporte comparativamente”, dice al respecto Contreras. De todas formas, añade: “El tenis es costoso cuando el muchacho ya empieza a competir, a viajar, con las raquetas, con los zapatos. Eso es lo costoso del tenis”.
Los altos costos que tiene el deporte de competencia, según relata Contreras, lleva a que en la actualidad muchos chicos venezolanos busquen ganar una beca en alguna Universidad de Estados Unidos antes de que pensar en llevar una carrera como profesionales en el circuito ATP. “(Se necesita) una inversión económica muy fuerte y no se tiene el apoyo para poder aventurarse a un tipo de esfuerzo como éste en el tenis profesional”, sostiene.
Ricardo Rodríguez Pace, que es tenista venezolano profesional desde 2010, coincide con Contreras en lo difícil que es para un tenista de su país ser profesional. “En Sudamérica ya es difícil de por sí, pero ser tenista venezolano lo hace el doble de difícil y más para los que están comenzando”, afirma. “En ningún país que no sea el tuyo te ayudan con un wild card para todos estos chicos que están comenzando sus carreras”, agrega.
“Conseguir apoyo en Venezuela es una hazaña. Llevo más de diez años siendo el número 1 del país y aún no consigo empresas y sponsors que se sumen al proyecto”, declara el nacido el 28 de abril de 1993. “Ojalá esto cambie, que las empresas se animen a apoyar a sus tenistas”, lanza a modo de súplica.
Carencias
“Somos el único país de Suramérica que no tiene torneos internacionales, ni junior ni profesionales”, se lamenta Rodríguez Pace. Contreras en cierta forma refuerza lo señalado por quien es embajador de Fila. “Por una sanción que tenemos no podemos hacerlos. Todo esto ha conllevado a que haya bajado el nivel de tenis en Venezuela”.
Esa sanción de la que hace referencia el dirigente podría estar relacionada a lo que denuncia Rodríguez Pace. “No tenemos una federación constituida, por lo que la ITF no nos ha pagado al país los recursos provenientes de Copa Davis, con los que los jugadores del equipo cuentan para seguir viajando”, dice. “(Desde junio del 2021) he jugado tres series de Copa Davis ya y aún no he cobrado”, añade.
Lo denunciado por Rodríguez Pace, sin embargo, en cierta manera contradice lo señalado por Contreras. “(Somos una) federación autosustentable. Tenemos el apoyo del Estado, de las asociaciones, de los padres representantes”, asegura el mandamás. “Nuestra federación no ha parado en todos estos años y seguimos con mayor ímpetu tratando de desarrollar diferentes programas”, recalca más adelante.
Los problemas en las series de Copa Davis parecen no ser sólo de éstos últimos años. En 2017, por ejemplo, el país caribeño presentó sólo tres jugadores en una serie ante Barbados por falta de recursos económicos. “Enfoqué el equipo a ver lo que si teníamos y no en lo que nos faltaba. Resolvimos todas nuestras carencias y competimos una serie muy buena y los chicos con la mejor actitud del año”, declaró a Ubitennis.es en aquel momento Yohny Romero, que fue el capitán de Copa Davis entre octubre de 2016 y noviembre del 2017.
El entrenador destacó el enorme sacrificio que realizan los tenistas para tener una carrera deportiva a nivel profesional. “Debemos estar muy orgullosos que todavía tenemos jugadores compitiendo en el tour profesional”, afirmó quien es el responsable de la Academia Yohny Romero. “Atreverse ya es un triunfo”, declaró el nacido en noviembre de 1978.
Más allá de todo, Contreras destaca el hecho de que Venezuela pueda contar con jugadores que defiendan a su país en certámenes continentales como la Copa Davis en la rama masculina y la Copa Billie Jean King a nivel WTA, así como en todas las categorías juveniles. “(La palabra) difícil no cabe para nosotros porque es lo que nos gusta y lo que hemos hecho todos estos años”, dice.
Partir, regresar y pensar en el futuro
Ricardo Rodríguez Pace es uno de los dos tenistas ranqueados en singles que tiene hoy en día Venezuela, junto al joven Brandon Pérez. En dobles, además de ellos dos, tiene como destacado a Luis David Martínez, que finalizó la temporada en el puesto 85 del ránking mundial y es un jugador consolidado en el circuito Challenger, alternando también a nivel ATP.
Rodríguez Pace cuenta que para comenzar su carrera deportiva en 2010 se tuvo que mudar a España debido a que vivir en el país y aspirar a competir afuera “era imposible”, según dice, por lo que le era más fácil salir de Venezuela y residir en el exterior. “No habían muchas opciones de vuelos comerciales para poder armar un calendario”, asegura.
Sin embargo, en 2023 tomó la decisión de regresar al país porque la situación del país ha mejorado un poco, habiendo incluso retornado profesionales de otros ámbitos, según se desprende de sus palabras. Ahora, por ejemplo, Venezuela cuenta con vuelos comerciales que le permiten elaborar un calendario desde su país. “Ahora tengo un equipo completamente venezolano y la calidad del trabajo que se hace es alta”, sostiene.
Hoy día la realidad del tenis venezolano dista de la que supo ser décadas atrás cuando tuvo entre los mejores cien del ránking mundial a jugadores como Jorge Andrew y Nicolás Pereira, el uruguayo nacionalizado venezolano que defendió al país caribeño en los noventa. De todas formas, Contreras se ilusiona con que su país tenga un resurgir en los próximos años. “Este año tuvimos el caso de Ignacio Parisca, que logró clasificar a los Grand Slam juniors y que se convierte en una promesa para el tenis venezolano”, dice. “Siempre tenemos buenas camadas en juniors”, destaca.
Esa es la gran apuesta del tenis en Venezuela. Encontrar esa promesa que vuelva a ilusionar tanto a la afición como a los dirigentes con pelear cosas importantes a nivel continental. El camino no será fácil por las circunstancias relatadas líneas arriba, pero es por lo que tanto luchan quienes tienen la responsabilidad de conducir el tenis en el país venezolano…
ATP
Italia gana la Copa Davis por tercer año consecutivo
El equipo capitaneado por Filippo Volandri se impuso a España en la final disputada este domingo, demostrando que es un buen equipo a pesar de no contar con Jannik Sinner. Por Damián Tiscornia.
Italia se consagró campeón de la Copa Davis tras derrotar 2-0 a España en la final disputada este domingo. El ganado en Bologna es el tercer título consecutivo que gana el equipo italiano y el cuarto de toda su historia.
La jornada comenzó con un triunfo 6-3 y 6-4 de Matteo Berrettini ante Pablo Carreño Busta, en un duelo de experimentados jugadores. Quien fuera finalista de Wimbledon en 2021 aprovechó las dos situaciones de quiebre que tuvo a su favor (una por ser) para quedarse con una merecida victoria.
En el segundo punto Jaume Munar parecía que encaminaba el triunfo al ponerse 6-1, 1-0 y saque al comienzo. Sin embargo, Fabio Cobboli supo reaccionar a tiempo para ganar los dos últimos parciales 7-6(5) y 7-5 para darle la victoria a su país.
La ganada éste domingo es la tercera Ensaladera consecutiva que gana el equipo capitaneado por Filippo Volandri y la cuarta de toda su historia. España, por su parte, es el quinto subcampeonato que consigue.
