Primera plana
La carrera de Gabriela Sabatini en números
Repasamos la trayectoria de una de una de las tenistas más queridas de la historia, para los fans del mundo del tenis. Sus victorias, las debilidades, la rivalidad con Steffi Graf y la gran amistad que mantuvo con Monica Seles. Por Ferruccio Roberti, traducida por Juan Luis Lázaro.
Hoy Gabriela Sabatini cumple 50 años. Buscamos en sus recuerdos gracias a la pluma de Sebastián Torok, quien la entrevistó para ‘La Nación’. Hoy, para desearle un feliz cumpleaños, hemos seleccionado ocho hechos significativos en su carrera. Ocho, como los años que tenía cuando ganó su primer torneo de tenis.
1 – Los títulos de Grand Slam en singles. Cuando Sabatini en 1990 ganó el US Open en Nueva York, rompió la maldición que parecía acompañarla en los grandes torneos: anteriormente ya había alcanzado ocho semifinales y una final en cuanto a Grand Slams se refiere. Durante casi cinco años estuvo entre las 10 primeras, pero nunca había ganado un torneo de este nivel. Gabriela llegó al último acto del Abierto de los EEUU por primera vez en 1988, pero en esa circunstancia se rindió (solo en el tercer set) a Steffi Graf, quien con esa victoria consiguió su tercer Grand Slam después de Maureen Connolly en 1953 y Margaret Smith Court en 1970 La campeona alemana, en esos años era la auténtica dominadora del circuito (fue la líder ininterrumpida desde agosto de 1987 hasta marzo de 1991). El verano de 1990 representó nuevamente para la argentina el último obstáculo a superar para ganar un Grand Slam.
A principios de septiembre, hace treinta años, Sabatini coronó su sueño: gracias a un excelente partido, superó a Graf por 6-2 a 7-6, después de haber perdido solo un set durante ese torneo, en la semifinal contra Mary-Joe Fernández. Para la tenista argentina, en julio de 1991, llegó una tercera final de Grand Slam, esta vez en Wimbledon, siempre con Steffi Graf al otro lado de la red: en el césped de Londres, Gaby estuvo a tan solo dos puntos de la victoria del Campeonato, antes de darse por vencida (8-6 en el tercer set). Después de ese partido amargo había “solo” otras ocho ocasiones a nivel de Grand Slam (en total habrá dieciocho): tres de ellas en 1992, y la última se alcanzó en el US Open en 1995.
2 – Los internacionales de Italia. Las victorias en las ediciones (1988, 1989, 1991 y 1992), el torneo en el que Sabatini cuenta con la mayor cantidad de éxitos (nunca ha ganado ningún otro evento más de dos veces). Hace unos treinta años nació un vínculo especial entre la argentina y el torneo romano: Gaby era amada por el público italiano, un sentimiento que correspondía, también por los orígenes de sus antepasados (el abuelo era originario de Potenza Picerna, cerca de Macerata ) Una alquimia perfecta que ayudó a la tenista argentina a ganar, después de que en la final romana perdiera en tres sets contra Graf en 1987, ganaba veintitrés de los siguientes veinticuatro partidos jugados en el Foro Italico: así llegaron los títulos de cuatro de las siguientes cinco ediciones en las que participó (en 1990 fue frenada en la semifinal por Navratilova).
No debe olvidarse que esta serie incluye las dos finales romanas ganadas en 1991 y 1992 contra Monica Seles, entonces número 1 en el mundo, ambas veces claramente superandola en dos sets. Las victorias llegaron gracias a las actuaciones consideradas en los años siguientes por la propia Gabriela como una de las mejores de su historia; contra la serbia nacionalizada estadounidense, además de las dos finales en Roma, Sabatini ganó solo una vez, contra Seles, cuando esta contaba con catorce años, en Miami en 1988. Las derrotas totales fueron once. Una gran estima siempre ha vinculado a Gaby y Mónica: esta última, en su biografía, la pintó no solo como una tenista que habría merecido ganar más, sino que la elogió como mujer, recordando cómo en 1995 la argentina fue la única top 20 que no votó en contra de la decisión de la WTA de devolver el número 1 a Seles después del ataque en Hamburgo.
La increíble racha de resultados en Roma para Sabatini terminó en 1994, cuando Gabriela fue derrotada en la primera ronda por Irina Spirlea, un paso en falso que no le impidió perseguir a Chris Evert (cinco veces ganador en Roma) y, ser junto a Conchita Martínez la segunda tenista más exitosa en la historia del Internazionali d’Italia, además de las más queridas por el público italiano.
3 – Los años que tenía Gabriela cuando usó por primera vez una raqueta de tenis. Al crecer viendo a su padre Osvaldo, gerente de General Motors, y a su hermano mayor, jugar en un club en su ciudad natal (Buenos Aires), quería emularlos: inmediatamente mostró un gran talento y a la edad de diez años ya era la mejor tenista argentina de menos de 12 años. En 1984 dejó su marca como una jugadora de 14 años en todo el mundo, ganando siete de los ocho torneos jugados por juniors (incluido Roland Garros) y alcanzando la categoría número 1, después de ser el ganador más joven del año anterior en la Orange Bowl. Animada por una gran ansia de victoria, pero al mismo tiempo tímida, al final de su carrera dirá:
“Muchas veces preferí llegar a la semifinal, así que gané partidos, pero al mismo tiempo evité ser el centro de atención”, se mostró gracias también a la ferocidad competitiva que puso en la pista. Una determinación que se alternó con una actitud tímida tan pronto como dejó la raqueta, una naturaleza que ciertamente no la ayudaba por el pobre conocimiento del idioma inglés que acompañó los primeros años de su carrera.
En 1984 dejó sus estudios para concentrarse al 100% en el tenis, lo que le ofreció una gran satisfacción: Gabriela (hace veintiséis años) debutó en el circuito principal al derrotar a tres de los 50 mejores y convertirse en la tenista más joven de la historia para ingresar a la tercera ronda del US Open, una posición decisiva para cerrar la temporada como nº 74 de la WTA. Ese año también decidió ser entrenada por Patricio Apey, un ex tenista chileno, y trasladar el lugar de entrenamiento a Florida. En 1985 llegó la explosión definitiva: primero en Hilton Head derrotó a dos top 10 en el mismo torneo, luego llegó a las semifinales de Roland Garros (donde perdió contra Evert) y, finalmente, ganó el primer torneo de su carrera, en octubre en concreto al aire libre en Tokio, cerrando la temporada como la duodécima jugadora del mundo con solo quince años, después de hacer su primera entrada en el top 10 en septiembre.
4 – Sus mejores rankings. Finalizó 5 temporadas en el top 5 y tres terminadas como la tercera jugadora del mundo (tuvo éxito en 1989, 1991 y 1992), posición que fue su mejor ranking profesional. Desde 1985, el primer año en que ingresó al top 10, hasta 1995, la última temporada jugó por completo en el circuito, siempre ha logrado mantenerse en niveles altos al distribuir los veintisiete títulos ganados en el circuito principal durante este largo período. El único año en el que no ganó torneos fue 1993, cuando llegó a la semifinal del Abierto de Australia (donde fue claramente derrotada por Seles) y dos finales importantes en Amelia Island y Berlín, donde perdió respectivamente contra Arantxa Sanchez Vicario y Steffi Graf. 1993 es también la temporada de uno de los recuerdos más amargos de la carrera de Gabriela: llegó a los cuartos de final de Roland Garros, dejando a sus oponentes solo trece juegos en las cuatro rondas anteriores, pero perdió contra Mary Joe Fernández después de estar por delante 6-1 5-1 y habiendo desperdiciado cinco puntos de partido.
En dobles, su victoria más importante se produjo en Wimbledon en 1988 junto con Steffi Graf (pero el título ganado en Roma en 1987 jugando junto con Navratilova también es relevante). Con la campeona alemana ganó cinco torneos (entre ellos, Miami) y alcanzó cuatro finales (tres de las cuales perdieron en Roland Garros). En 1990, con motivo del cambio de cuerpo tecnico decidido por Sabatini, quien pasó del español Ángel Giménez (que la había seguido desde 1987) al brasileño Carlos Kymair, los dos decidieron no jugar más. En esta elección, un peso importante tuvo el nuevo entrenador, quien convenció a Gaby de terminar la asociación con Graf, en su opinión negativa psicológicamente para la argentina.
5- Sus torneos individuales: Entre el primero, en octubre de 1985 en el cemento outdoor de Tokio y el último, en enero de 1995 en Sydney, llegaron muchas alegrías, muchas de ellas de alto valor técnico. Además de la victoria del US Open 1990, los dos éxitos en las Finales de la WTA, que en ese momento vieron la final disputada en la distancia inusual para el tenis femenino de la disputa al mejor de 5 sets, destacan claramente superando en la final a Pam Shriver en 1988 y Lindsay Davenport en 1994. En el tradicional último torneo de la temporada, Gaby llegó a dos finales más: la primera la perdió en 1987 contra Graf en cuatro sets, pero fue la segunda, que la vio derrotado por Seles en 1990, para hacerse famosa. Considerada durante muchos años como uno de partidos más bonitos jugados en los últimos treinta años y que duró casi cuatro horas, resultó histórico en muchos sentidos con Mónica, ese año capaz de perder solo seis juegos, ganadora en el quinto set de un partido jugado en el fascinante escenario del Madison Square Garden, la instalación que luego fue sede del encuentro.
En el momento en que Sabatini jugó, el circuito de la WTA no estaba dividido entre Premier de varios niveles e Internacional, sino en varios grados del torneo Tier (I; II; III, IV, V). En los diez torneos más importantes después de los Grand Slam, Sabatini alcanzó cinco finales y, sobre todo, logró seis títulos: en Miami (1989), Boca Ratón (1991), Hilton Head (1991, 1992) y Roma (1991-92, en 1988 y 1989 los internacionales fueron torneos de un nivel inferior). Penalizada por el talón de Aquiles, de un servicio no potente, Gaby también estaba equipada con un excelente toque en la red y podía jugar bien en cada superficie, como lo demuestra el equilibrio general de éxitos y derrotas distribuidos en las diversas superficies: hormigón exterior (7-7), arcilla (11-13), pista indoor (7-7), hierba (0-1, pero entre Wimbledon y Eastbourne en el césped jugó en su carrera solo dieciséis torneos).
Más allá de las victorias en la pista, su juego variado, su humildad instintiva y el encanto innato con el que estaba dotada la llevaron a recibir un gran amor de las multitudes de todo el mundo, como lo demostró un estudio hace unos años realizado por la cadena de televisión ESPN, que la colocaba en el sexto lugar entre los deportistas de habla hispana más famosos de todos los tiempos.
6- Partidos frente a Steffi Graf. 40 fueron los partidos oficiales que jugó contra la alemana, en lo que fue la rivalidad más emocionante del tenis femenino entre finales de los ochenta y principios de los noventa. Casi iguales (la alemana nació el 14 de mayo de 1969, once meses antes que Gaby), unidas por un enfoque muy precoz y brillante en el mundo profesional y jugando al revés con una mano, lograron crear muchos partidos inolvidables, aunque Graf ganó un total de veintinueve de las confrontaciones directas (73%). Especialmente en los Grand Slam Graf tuvo un claro dominio (11-1), con la única derrota cosechada en la final del US Open 1990. Las dos fueron protagonistas en total de dieciséis finales, tres de las cuales en el nivel Major y una por la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, un éxito que le permitió a Graf conseguir el “Golden Slam” y Gaby honró con plata la elección de su comité olímpico para nominar a su abanderada de la delegación argentina en esos Juegos Olímpicos.
Sabatini derrotó a la alemana por primera vez en el duodécimo partido directo (final de Amelia Island en 1988) y logró firmar una notable racha positiva entre finales de 1990 (semifinal de las Finales de la WTA) y la primera mitad de 1992, ganando siete de los ocho desafíos con la única excepción de la final de Wimbledon, perdida después de estar a dos puntos de la victoria. Sabatini, ayudada por la gran cantidad de partidos oficiales, sigue siendo la única jugadora de tenis que ha derrotado a Steffi Graf más de diez veces (la segunda en este sentido es Martina Navratilova, con nueve éxitos, aunque en solo dieciocho partidos directos).
Steffi y Gabriela, unidas también por los éxitos obtenidos juntas en dobles, están unidas por una estima mutua, como lo demuestra también la ceremonia celebrada en 2006 de la entrada de Gabriela en el Salón de la fama acto celebrado en presencia de Graf – se apresuró en acudir a Newport para honrar la carrera de la Argentina.
7 – El año de su retirada. 1996 – el año en el que decidió, con solo veintiséis años, retirarse de su carrera deportiva. Durante esa temporada, debido a una lesión en sus músculos abdominales, saltó a Roland Garros y Wimbledon, dejando por primera vez en junio el top 10 en el que se había mantenido continuamente desde septiembre de 1986. En octubre, hace veinticuatro años eligió Nueva York, la ciudad donde obtuvo los éxitos más importantes de su carrera, el Abierto de EE. UU. en 1990 y las Finales de la WTA en 1988 y 1994, para anunciar al mundo su retirada del circuito de la WTA, de la que salió oficialmente con una derrota contra Capriati en la primera ronda del Zúrich.
Gabriela sintió la necesidad de abandonar su carrera profesional como una liberación después de una vida dedicada hasta ese momento casi exclusivamente al tenis, su primer gran amor. A mediados de los noventa, Sabatini se sintió privada de intimidad y libertad, mientras que el gran estrés por los resultados que los fans continuaron esperando de ella se volvió cada vez más opresivo. Sensaciones más que legítimas, a pesar del hecho de que el tenis, como tú mismo dijiste varias veces en las entrevistas de los últimos años, te ha dado más de lo que te has llevado, dándote celebridad y riqueza; ganó más de ocho millones de dólares en premios, pero incluso entonces los ingresos de las actividades empresariales colaterales que había lanzado eran importantes, especialmente los relacionados con su línea de perfumes para mujeres.
8 – Su último entrenador. Juan Núñez, su entrenador de los últimos años de su carrera, dijo: “Había perdido el fuego de la competencia, debido a la presión que se había impuesto para hacer felices a sus seres queridos y fans, dejando a un lado sus necesidades. En los últimos tiempos mi corazón se apretaba al verla sufrir, era difícil pedirle que hiciera cosas por las que ya no quería comprometerse “. En los años posteriores al retiro, nunca se arrepintió públicamente de haber ganado menos de lo que su talento tenístico podría haberle permitido, ni mencionó la nostalgia por el tenis profesional.
Actualmente, Sabatini vive en Buenos Aires, Miami y Zúrich, con gran confidencialidad (se desconoce la identidad de cualquier vínculo amoroso, pero se sabe que no tiene hijos). Conocemos el compromiso por su línea de perfumes y por diversas organizaciones en apoyo de los niños menos afortunados, las campañas como testimonios de la lucha contra el cáncer de mama, la pasión por el ciclismo y los viajes, finalmente no oprimidos por las limitaciones impuestas por su carrera tenista que te permite viajar, pero no conocer el mundo al máximo. Ahora Gabriela tiene mucho tiempo para hacerlo.
ATP
Marcelo Filippini en exclusiva: “Todo lo que tengo se lo debo al tenis”
El entrenador uruguayo habló en exclusiva con Ubitennis.es, repasando lo que su temporada como entrenador de Tristán Boyer. Por Damián Tiscornia.
Su nombre forma parte de una de las mayores hazañas que registra el tenis uruguayo, cuando en septiembre de 1994 Uruguay le ganó 3 a 2 a Argentina en el Carrasco Lawn Tennis para jugar por un lugar en el repechaje del Grupo Mundial. Formó, además, junto a Diego Pérez parte de una de las mejores generaciones que tuvo el tenis de nuestro país.
Marcelo Filippini está de vuelta en el ruedo, luego de algún tiempo alejado del día a día del tenis tras su retiro como profesional a mediados del año 2000. “Estuve alejado porque mi prioridad era la familia, y el crecimiento de ellos”, dice en relación a sus hijos en una entrevista concedida a Ubitennis.es.
Hace unos años Filippini acompañó a Pablo Cuevas algunas semanas en el circuito, en los que fueron las últimas apariciones del salteño como profesional. Fue ahí donde confiesa que empezó a gestarse éste presente que vive hoy en día. “Me picó el bichito para volver a viajar, mis hijos son más grandes ya, puedo tener más libertad y disponibilidad”, sostiene el nacido en agosto de 1967. “Es algo que me motiva”, recalca.
Esos viajes junto a Cuevas le posibilitaron ser hoy uno de los entrenadores del estadounidense Tristán Boyer, que en 2024 ganó el Uruguay Open en la misma cancha que supo brillar él en su época de jugador. A sus 24 años su pupilo está en esa pelea por terminar de meterse en el top cien del ránking, que le permitiría clasificar directo a los torneos ATP, y dejar un poco de lado el mundo Challenger, aunque sea circunstancialmente.
“Ha sido una muy buena experiencia, en la cual espero que todo lo que aprendió él este año podamos poner en práctica el año que viene”, declara el entrenador sobre lo que fue éste año junto a Boyer. “(Está) creciendo como jugador”, añade quien ha acompañado al estadounidense durante 16 semanas en esta temporada que está culminando.
Boyer finalizó el año con un récord de 5-9 en el circuito ATP, destacándose el haber llegado a la segunda ronda del Australian Open tras superar la clasificación y la segunda ronda alcanzada en los Másters de Indian Wells y Toronto. “Él ha estado madurando, jugamos mucho mejor los torneos grandes que los torneos chicos. Levantamos de nivel”, asegura al respecto quien en agosto de 1990 llegó a ocupar el puesto 30 del ránking mundial.
El regreso de Filippini no se dio sólo como entrenador, sino que también es el actual vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Tenis (AUT). “(Tenemos) muchas cosas para hacer en la asociación”, sostiene. “Esperemos que en el 2026 podamos seguir mejorando en el tenis nacional”, se ilusiona quien como jugador ganó cinco títulos ATP (Bastad, Praga, Florencia, Atlanta y St. Polten).
Hoy día en singles Uruguay cuenta con Franco Roncadelli entre los 350 mejores del ranking mundial casi consolidado en el circuito Challenger, y los mellizos Joaquín y Federico Aguilar dando sus primeros pasos en ese mismo circuito. ¿Hasta dónde cree que podrán llegar los tres? “Eso va a depender de ellos. Ya están en etapa profesional, es muy poco lo que puede hacer la asociación”, afirma al respecto el directivo. “(La AUT) se tiene que enfocar más en los chicos que tienen entre 10 y 14 años, que son los futuros tenistas. (…) Estamos enfocados en las edades más tempranas”, subraya.
Para que los niños puedan desarrollar su talento y potenciar sus habilidades la AUT cuenta con el Centro de Desarrollo de tenis en el Parque Rodó, que fue en lo que se transformó la plaza de deportes número 3. “Tener un centro es importantísimo para el desarrollo del tenis nacional”, asegura quien en 1999 llegó a los cuartos de final en Roland Garros.
Es intención de la AUT fomentar la relación con los clubes que se encuentran en el litoral y el resto del interior del país, aunque Filippini por el momento descarta que se construyan nuevos centros de desarrollo fuera de la capital. “(Hay que) ir diversificando centros en el interior para poder formar más chicos de diferentes lados”, sostiene.
Primero fueron quince temporadas como profesional y ahora su etapa como entrenador y directivo de la AUT. Sin dudas, toda una vida ligada al deporte que tanto le dio, adentro y afuera de la cancha. “Soy un agradecido al tenis, todo lo que tengo se lo debo al tenis”, subraya.
ATP
La difícil realidad del tenis en Venezuela
¿Qué tan difícil es para un jugador ser tenista profesional en Venezuela?, ¿qué esfuerzos debe realizar para serlos?, ¿cuánto apoyo reciben? Parte de estas preguntas se intentarán responder en este artículo. Por Damián Tiscornia.
Sabido es que desde hace varios años Venezuela no atraviesa por un buen momento político y social, por distintos motivos que no es el objetivo de este artículo analizar. El tenis, un deporte que requiere invertir mucho dinero para cualquier jugador que desee tener una carrera exitosa como profesional, no está ajeno a esa situación y sufre por ello.
En ese contexto surge una pregunta válida: ¿qué tan difícil y costoso es para un deportista venezolano aspirar a tener una carrera como profesional en el circuito ATP y conseguir recursos para tales fines?, ¿y el tenis social para los aficionados que desean practicarlo de manera amateur? Esta y otras interrogantes se intentarán responder en este informe.
La realidad hoy en día
La crisis por la que atraviesa Venezuela repercutió en la clase media, según dice Luis Contreras, quien desde el 2012 es el presidente de la Federación Venezolana de Tenis. De todas formas, el dirigente asegura que la federación que preside cuenta con alrededor de cuatro mil afiliados que practican tenis en sus varias ramas (tenis y tenis de playa); entre ocho y diez mil personas son las que en total tienen al tenis como uno de los deportes que entrenan socialmente y de manera amateur.
¿Qué tan costoso es practicar tenis en su país? “Cualquier deporte es costoso. El tenis de principiante, de desarrollo, no es más costoso que cualquier otro deporte comparativamente”, dice al respecto Contreras. De todas formas, añade: “El tenis es costoso cuando el muchacho ya empieza a competir, a viajar, con las raquetas, con los zapatos. Eso es lo costoso del tenis”.
Los altos costos que tiene el deporte de competencia, según relata Contreras, lleva a que en la actualidad muchos chicos venezolanos busquen ganar una beca en alguna Universidad de Estados Unidos antes de que pensar en llevar una carrera como profesionales en el circuito ATP. “(Se necesita) una inversión económica muy fuerte y no se tiene el apoyo para poder aventurarse a un tipo de esfuerzo como éste en el tenis profesional”, sostiene.
Ricardo Rodríguez Pace, que es tenista venezolano profesional desde 2010, coincide con Contreras en lo difícil que es para un tenista de su país ser profesional. “En Sudamérica ya es difícil de por sí, pero ser tenista venezolano lo hace el doble de difícil y más para los que están comenzando”, afirma. “En ningún país que no sea el tuyo te ayudan con un wild card para todos estos chicos que están comenzando sus carreras”, agrega.
“Conseguir apoyo en Venezuela es una hazaña. Llevo más de diez años siendo el número 1 del país y aún no consigo empresas y sponsors que se sumen al proyecto”, declara el nacido el 28 de abril de 1993. “Ojalá esto cambie, que las empresas se animen a apoyar a sus tenistas”, lanza a modo de súplica.
Carencias
“Somos el único país de Suramérica que no tiene torneos internacionales, ni junior ni profesionales”, se lamenta Rodríguez Pace. Contreras en cierta forma refuerza lo señalado por quien es embajador de Fila. “Por una sanción que tenemos no podemos hacerlos. Todo esto ha conllevado a que haya bajado el nivel de tenis en Venezuela”.
Esa sanción de la que hace referencia el dirigente podría estar relacionada a lo que denuncia Rodríguez Pace. “No tenemos una federación constituida, por lo que la ITF no nos ha pagado al país los recursos provenientes de Copa Davis, con los que los jugadores del equipo cuentan para seguir viajando”, dice. “(Desde junio del 2021) he jugado tres series de Copa Davis ya y aún no he cobrado”, añade.
Lo denunciado por Rodríguez Pace, sin embargo, en cierta manera contradice lo señalado por Contreras. “(Somos una) federación autosustentable. Tenemos el apoyo del Estado, de las asociaciones, de los padres representantes”, asegura el mandamás. “Nuestra federación no ha parado en todos estos años y seguimos con mayor ímpetu tratando de desarrollar diferentes programas”, recalca más adelante.
Los problemas en las series de Copa Davis parecen no ser sólo de éstos últimos años. En 2017, por ejemplo, el país caribeño presentó sólo tres jugadores en una serie ante Barbados por falta de recursos económicos. “Enfoqué el equipo a ver lo que si teníamos y no en lo que nos faltaba. Resolvimos todas nuestras carencias y competimos una serie muy buena y los chicos con la mejor actitud del año”, declaró a Ubitennis.es en aquel momento Yohny Romero, que fue el capitán de Copa Davis entre octubre de 2016 y noviembre del 2017.
El entrenador destacó el enorme sacrificio que realizan los tenistas para tener una carrera deportiva a nivel profesional. “Debemos estar muy orgullosos que todavía tenemos jugadores compitiendo en el tour profesional”, afirmó quien es el responsable de la Academia Yohny Romero. “Atreverse ya es un triunfo”, declaró el nacido en noviembre de 1978.
Más allá de todo, Contreras destaca el hecho de que Venezuela pueda contar con jugadores que defiendan a su país en certámenes continentales como la Copa Davis en la rama masculina y la Copa Billie Jean King a nivel WTA, así como en todas las categorías juveniles. “(La palabra) difícil no cabe para nosotros porque es lo que nos gusta y lo que hemos hecho todos estos años”, dice.
Partir, regresar y pensar en el futuro
Ricardo Rodríguez Pace es uno de los dos tenistas ranqueados en singles que tiene hoy en día Venezuela, junto al joven Brandon Pérez. En dobles, además de ellos dos, tiene como destacado a Luis David Martínez, que finalizó la temporada en el puesto 85 del ránking mundial y es un jugador consolidado en el circuito Challenger, alternando también a nivel ATP.
Rodríguez Pace cuenta que para comenzar su carrera deportiva en 2010 se tuvo que mudar a España debido a que vivir en el país y aspirar a competir afuera “era imposible”, según dice, por lo que le era más fácil salir de Venezuela y residir en el exterior. “No habían muchas opciones de vuelos comerciales para poder armar un calendario”, asegura.
Sin embargo, en 2023 tomó la decisión de regresar al país porque la situación del país ha mejorado un poco, habiendo incluso retornado profesionales de otros ámbitos, según se desprende de sus palabras. Ahora, por ejemplo, Venezuela cuenta con vuelos comerciales que le permiten elaborar un calendario desde su país. “Ahora tengo un equipo completamente venezolano y la calidad del trabajo que se hace es alta”, sostiene.
Hoy día la realidad del tenis venezolano dista de la que supo ser décadas atrás cuando tuvo entre los mejores cien del ránking mundial a jugadores como Jorge Andrew y Nicolás Pereira, el uruguayo nacionalizado venezolano que defendió al país caribeño en los noventa. De todas formas, Contreras se ilusiona con que su país tenga un resurgir en los próximos años. “Este año tuvimos el caso de Ignacio Parisca, que logró clasificar a los Grand Slam juniors y que se convierte en una promesa para el tenis venezolano”, dice. “Siempre tenemos buenas camadas en juniors”, destaca.
Esa es la gran apuesta del tenis en Venezuela. Encontrar esa promesa que vuelva a ilusionar tanto a la afición como a los dirigentes con pelear cosas importantes a nivel continental. El camino no será fácil por las circunstancias relatadas líneas arriba, pero es por lo que tanto luchan quienes tienen la responsabilidad de conducir el tenis en el país venezolano…
ATP
Italia gana la Copa Davis por tercer año consecutivo
El equipo capitaneado por Filippo Volandri se impuso a España en la final disputada este domingo, demostrando que es un buen equipo a pesar de no contar con Jannik Sinner. Por Damián Tiscornia.
Italia se consagró campeón de la Copa Davis tras derrotar 2-0 a España en la final disputada este domingo. El ganado en Bologna es el tercer título consecutivo que gana el equipo italiano y el cuarto de toda su historia.
La jornada comenzó con un triunfo 6-3 y 6-4 de Matteo Berrettini ante Pablo Carreño Busta, en un duelo de experimentados jugadores. Quien fuera finalista de Wimbledon en 2021 aprovechó las dos situaciones de quiebre que tuvo a su favor (una por ser) para quedarse con una merecida victoria.
En el segundo punto Jaume Munar parecía que encaminaba el triunfo al ponerse 6-1, 1-0 y saque al comienzo. Sin embargo, Fabio Cobboli supo reaccionar a tiempo para ganar los dos últimos parciales 7-6(5) y 7-5 para darle la victoria a su país.
La ganada éste domingo es la tercera Ensaladera consecutiva que gana el equipo capitaneado por Filippo Volandri y la cuarta de toda su historia. España, por su parte, es el quinto subcampeonato que consigue.
